ESCENARIO DE VIDA

Labor médica de Taiwán

Uno de los más queridos amigos extranjeros en Guatemala es sin lugar a dudas Adolfo Sun, embajador de la República de China-Taiwán. El embajador Sun es conocido por su incansable labor y él mismo viaja al exterior a buscar ayuda para Guatemala. Cuando vemos esa encomiable labor entre construcciones de carreteras, apoyo a los alcaldes en proyectos de desarrollo, de salud, de agricultura, de biodiversidad, de educación y de cultura, no nos queda más que maravillarnos. Es sorprendente verlos repartir víveres o medicinas a los necesitados hasta en los días domingo, y practican ser personas útiles y de servicio a los demás. Quizás sea gracias a las enseñanzas de Confucio, un reconocido pensador chino que vivió de 551 a. C. a 479 a. C., cuya fama se propagó como hombre de saber y carácter.

Si analizamos algunas de sus frases célebres podremos percibir el desprendimiento de lo material: Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos. Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces, entonces estás peor que antes. Saber que se sabe lo que se sabe y que no se sabe lo que no se sabe; he aquí el verdadero saber. Una casa será fuerte e indestructible cuando esté sostenida por estas cuatro columnas: padre valiente, madre prudente, hijo obediente, hermano complaciente. ¿Me preguntas por qué compro arroz y flores? Compro arroz para vivir y flores para tener algo por lo que vivir. Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla. Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos. Debes tener siempre fría la cabeza, caliente el corazón y larga la mano. Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida. Donde hay educación no hay distinción de clases.

Con esta labor médica no debiera extrañarnos tanto amor a Guatemala. Esta semana, la Embajada trae unos 56 acreditados médicos residentes en EE. UU. de la North American Taiwanese Medical Association (Natma), que tiene más de 1,400 miembros alrededor de Estados Unidos. Mis lectores se preguntarán quién les paga a estos médicos para venir a Guatemala y la respuesta es muy fácil: ellos mismos.

Estos galenos especialistas estarán cubriendo urología, odontología, ortopedia, ginecología, y estarán realizando intervenciones quirúrgicas con pacientes en situación de pobreza y pobreza extrema. Las jornadas médicas llegarán también a Tecpán, Patzún, Chimaltenango, Puerto San José y Sololá, y esta vez aumentará el número de beneficiados.

El consejero adjunto de la Embajada de China-Taiwán, Tommy Guo, mencionó que su país y su Gobierno tienen gran interés en mejorar la salud de los guatemaltecos apoyando el tema de salud y el Pacto Hambre Cero.

Después de inspirarme con toda esta labor del pueblo taiwanés me pregunto: y nosotros los chapines, ¿qué estamos haciendo? No es fuerza ser médico para ayudar al prójimo. En cualquier profesión se puede ayudar. Sencillamente unámonos como voluntarios a instituciones que están haciendo cosas buenas, sin pensar qué provecho sacaremos para nosotros mismos.

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