REGISTRO AKÁSICO

Lo militar

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América Latina ha emprendido la modernización de sus fuerzas armadas. El gasto en defensa se incrementó en 15% entre 2010 y 2013. En 2014, el país que más equipo compró fue Brasil, con US$2.5 millardos, seguido muy lejos por Colombia y Venezuela, que invirtieron US$500 millones. Todo el presupuesto de la defensa de Centroamérica es la décima parte del brasileño, la séptima parte del mexicano, la mitad del argentino y del venezolano.

El presidente Enrique Peña Nieto, durante la Feria Aeroespacial México 2015, señaló que se evalúa comprar 50 helicópteros H225M Caracal, que transporta 29 soldados en un radio de mil kilómetros y tiene un fuerte poder de fuego.

Además, se anunció la fundación de un consorcio integrado por la empresa francesa Safran y la mexicana Seguritech para fabricar aviones no tripulados, en especial, el modelo Patroller. Se estima que se coordinarán 300 empresas mexicanas con 25 europeas de alta tecnología.

De donde hablar del presupuesto de la defensa de Guatemala y de los países hermanos de Centroamérica está fuera de toda proporción, cuando se observan los del continente. Mucho menos hacer críticas a la industria militar del país, carente de un plan estratégico de desarrollo que la lleve a incursionar en áreas de tecnología avanzada.

Algunos han observado que el presupuesto militar subió este año, pero no destacan que se debe a la compra parcial de un sistema de aseguramiento territorial que se inició con la compra de radares. La voluntad nacional no debe cejar, porque el sistema debe ser completado para ser operativo y conseguir su objetivo de protección al espacio soberano del país.

Una parte de la sociedad sigue considerando al Ejército de Guatemala igual al del siglo pasado. Los analistas que hacen tales juicios son influenciados por la intromisión de los militares en funciones policiales, así como en las malhadadas decisiones del actual Presidente de nombrar a militares en retiro en cargos de gobierno.

Sin embargo, ceder a tal desatino solo genera animadversión y críticas injustas a la milicia. Ha cambiado tan poco el entendimiento de la misión castrense que en la crisis provocada por la corrupción en el gobierno se considera que los militares sirven para producir golpes de Estado.

Entre tanto, el regateo de recursos para equipos necesarios para asegurar el territorio se asume de manera irresponsable por diputados con doble discurso. Piden controlar la delincuencia transnacional que utiliza nuestro espacio aéreo, y por otro lado sabotean la adquisición de medios: radares, computadoras e interceptores aéreos, única manera de detenerla. Para no hablar del mar, donde también es necesaria la dotación de recursos para semejante finalidad.

El país necesita líderes militares honestos y profesionales. Así como dirigentes civiles que comprendan la necesidad de contar con un ejército moderno.

http://registroakasico.wordpress.com

ESCRITO POR:

Antonio Mosquera Aguilar

Doctor en Dinámica Humana por la Universidad Mariano Gálvez. Asesor jurídico de los refugiados guatemaltecos en México durante el enfrentamiento armado. Profesor de Universidad Regional y Universidad Galileo.