El trasfondo político de esta acción tiene que ver, una vez más, con demócratas y republicanos peleando por el poder, ya que Hanen fue propuesto para el cargo por George Bush en el 2002.

El actual presidente estadounidense dijo: “El fallo del juez Hanen no es permanente, y estamos seguros de que será derogado”. Desde la Casa Blanca se notificó que el Departamento de Justicia apelará el fallo porque las órdenes ejecutivas están dentro de la autoridad legal del presidente.

En el comunicado de la Casa Blanca se reconoce que no solo altos funcionarios públicos, sino líderes locales y estatales de todo el país reconocen que este tipo de políticas benefician no solo a la economía del país sino a las comunidades, que se vuelven más seguras.

Quién sabe cuánto tiempo tardará este proceso legal, pero, por ahora, la decisión del juez retrasa tanto la implementación de la Acción Diferida para los llegados en la Infancia (Daca), que entraba en vigor el 18 de febrero, como la Acción Diferida  para Padres de Ciudadanos o Residentes Permanentes (Dapa), prevista para iniciar en mayo de este año. Los Dreamers beneficiados con el Daca-2012 no deben preocuparse porque no se verán afectados, y las nuevas prioridades de deportación no cambian, así que quienes hayan entrado a EE. UU. antes del 1 de enero del  2014 son de “baja prioridad”.

Para que la acusación proceda, los 26 estados demandantes deberán demostrar un daño, así que hay optimismo de que la apelación del Gobierno de EE. UU.  le sea favorable, lo cual permitiría aplicar los beneficios de Daca y Dapa. Pero mientras no se cuente con la resolución final, todo queda detenido. Sin embargo, considerando el optimismo, lo mejor sería que las personas que preparaban sus documentos para aplicar al Daca o Dapa  no se den por vencidas y sigan en ello.  Eso sí, siempre alertas porque no faltará quién les ofrezca ayuda a cambio de dinero, cuando solo las autoridades de EE. UU.  y los consulados de Guatemala en aquel país tienen la información oficial.

Otra vez, las personas migrantes en el ojo de un huracán político, que termina imponiéndose a las intenciones de dignificar a más seres humanos que no terminan de sentirse como tales en ningún lugar.

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