Es importante reconocer el esfuerzo de la población que se movilizó por la corrupción y el sistema de justicia, motivada por las investigaciones de la Cicig y el MP, lo que provocó la detención de la ex vicepresidenta Baldetti, del expresidente Otto Pérez y de varios exfuncionarios de alto nivel. Sin embargo, hay que recordar que tanta indignación no era solo personal contra los hoy procesados, sino también era una denuncia sobre el sistema político y una democracia fallida que ha permitido que se corrompa la misma institucionalidad del Estado, ignorando su mandato de trabajar por el bien común y de representar al pueblo, que delegó en ellos el ejercicio de su soberanía.

Todo lo anterior lo digo porque a pesar de lo impactante que fuera para el país y para el mundo entero estos arrestos y el inicio de estos procesos, las aduanas que originaron esta investigación siguen “funcionando” y los partidos políticos y sus diputados al Congreso siguen ignorando la demanda popular de realizar una reforma a la LEPP. Hoy hablamos mal de Otto Pérez, es lo más común hasta quienes votaron por él o lo apoyaron en su gestión. Sin embargo, hay que modificar las reglas del juego político para que estas desviaciones no sucedan y aplicar medidas para que las cosas no sigan igual, o peor, y se erradique la impunidad que hace que prevalezcan los privilegios y la corrupción.

El fenómeno del transfuguismo es aún la práctica de muchos diputados y alcaldes, cambiarse de partido político sigue siendo fácil y común, e incluso aceptado por la población que los elige, lo que realmente representa una traición a sus electores. Muchos diputados y alcaldes abandonan al Partido Patriota y se pasan al partido Líder, que consideraban ganador, y ahora esos mismos se declaran independientes para esperar el resultado de las elecciones en la segunda vuelta y ubicarse de acuerdo a sus intereses. Cuándo será el día que los diputados y alcaldes respeten y piensen en el pueblo al que representan y no en sus intereses personales. Claro está que siempre hay diputadas y diputados honestos, como los que hoy apoyan la reforma a la LEPP, reconociendo que es absolutamente necesaria y urgente.

Tenemos el caso del candidato que propone la Reforma Constitucional y del Estado a partir de la reducción del mismo, que irónicamente ya es reducido, manipulado, ineficiente, lo que además lo hace vulnerable a ser infiltrado por el crimen organizado. Y como muestra basta ver los casos judiciales que enfrentamos hoy y los que aún están por salir a luz pública.

El peligro es que estemos inmersos en la dinámica electoral y en la quiniela de la segunda vuelta, permitiendo y dejando por un lado los problemas de pobreza y violencia en el país o la discusión del Presupuesto General de la Nación, el combate del hambre y la desnutrición o rescatar al sistema nacional de salud y educación.

En todo caso, el filósofo francés Édgar Morín fue quien sugirió que “es del caos de donde surge el orden…”.

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