El país se ha ido acercando a una anarquía por sus desgobiernos, tanto desde el nacional como en el municipal, en que la corrupción ha sido la “Guinda del Pastel”. Por los años 60 y 70 Guatemala contaba con administraciones más racionales, quizás como producto de la Revolución del 44 que trajo consigo una promoción e inmigración de intelectuales en todos los campos del saber cuando se profesionalizó la administración pública y privada desde las universidades. Fueron célebres los Alcaldes y técnicos de esa época. Pero fue a partir de los movimientos insurgentes que se anarquizaron las administraciones. Tenemos que “Anarquía es aquella situación donde se da la ausencia de Estado o poder público volviendo inaplicable la Justicia y la Moral sobre un territorio”. En filosofía política la palabra anarquía es polisemia y se usa como: “Caos político o la forma de gobierno que se presenta como un desgobierno”.

Todo esto dio inicio en los regímenes militares con estructuras mafiosas dentro de las promociones militares, envueltas en luchas entre ellos. (The National Security Archive. (NSA) Hay muchas cosas en la famosa red Moreno en tiempos del General Lucas García y que desde entonces estaban involucrados esta redes militares en negocios del contrabando, narcotráfico y control de aduanas, peleando por esas estructuras. Esto se puso de manifiesto con los señalamientos de “La Línea” por la Comisión Internacional Contra Impunidad en Guatemala Cicig, institución creada precisamente por la situación de anarquía e inmoralidad en que ha vivido Guatemala después de los Acuerdos de Paz. Recientemente, dentro del Triángulo Norte, Guatemala analizó las investigaciones, detenciones y procesamientos en actos de corrupción de funcionarios de alto rango. Muchos de ellos ex militares. Así vemos la desestructuración de diferentes cuadros gubernamentales incluyendo la última: “La Seguridad”, con corrupción en la Policía. Al final: ”La mano dura” del general (Ret.) Pérez Molina se vino abajo.

Por otro lado las alcaldías son fuente de desorden administrativo y corrupción público-privado. Los planes urbanos pasaron a la historia desarrollándose proyectos con lógica del mercado. La tierra ya no tiene valor social, sino comercial. Objetivos como los Medios: Social, Económico y Ecológico, el Uso del Suelo, Servicios Públicos, Sistema Vial, y los subsistemas, racional y orgánicamente no se toman en cuenta. La falta de lógica ha conducido a esa corrupción urbana, como la construcción de conjuntos urbanos, en que va ser más importante el edificio per se y no el Desarrollo Urbano: ¿Antigua Guatemala? No hay estudios de patrones de vida familiar y comunal. Vemos alcaldes metropolitanos que han olvidado sus funciones de modificar sus estructuras. Como la formación del Distrito Metropolitano ya en crisis, por haber sido abandonado por 30 años. Las estructuras urbanas administrativas obsoletas deberían revisarse, con base a los aspectos políticos: “del pueblo, por y para el pueblo,” y no “lo legal actual”, que intentan algunos, que es como para otro país.