Marinería
con los europeos en alta mar. En el siglo XIX, el país ya no tenía marina. El último puerto del país, fue Río Hondo, de donde partían barcazas para conectarse con los barcos que llegaban a Belice.
La revolución liberal devolvió los puertos en el Atlántico y Pacífico, pero ya no hubo posterior desarrollo de las capacidades marineras. Los barcos de la Gran Flota Blanca de la compañía bananera y la Hamburg Amerika Line se ocuparon el transporte, hasta la segunda guerra mundial; en la otra mitad del siglo XX, se diversificó la oferta naviera pero no se desarrolló ningún esfuerzo nacional por contar con una marina. De esa cuenta, el país está acorralado en sus selvas y montañas, de dos mares al ruido sonoro.
La Marina de la Defensa Nacional hace lo que puede. Cada año, habilitados como buques escuelas, dos embarcaciones visitan algún puerto extranjero. El año pasado, el 21 de mayo, fue la Habana. Los atendieron la Marina de Guerra de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba. Lo más lejos que han llegado los buques es a Cartagena, Colombia, en el II Crucero Internacional. Todo ello está bien, pero no puede seguirse igual. Se debe contar con un bergantín escuela que realice una travesía de más alcance tanto para la formación de la tripulación, como para infundir espíritu marinero en los participantes. De la misma manera, hay que situar una plataforma de investigación en el Mar Caribe. Un catamarán que combine motor de combustión interna y vela sería lo mejor. La decisión estará en las autoridades, pero cualquier variante urge.
Estados Unidos ha reiterado visitas de buques oceanográficos a los puertos del país. Este año, a inicio de febrero, atracó el USNS Pathfinder. Su identificación es diferente a los de guerra: USS, pues se refiere al Military Sealift Command; es decir, buques de logística, cuya tripulación es civil.
Este enfoque se podría tomar por el país. Al inicio, puede fomentarse la formación de una flota con tripulación civil que desarrolle el cabotaje. Posteriormente, con financiamiento de bancos de desarrollo, se facilitará el capital para la formación de empresas civiles. Así, finalmente, se contará con una marina mercante cuyo ámbito inicial es el mercado centroamericano.
No se puede continuar confundiendo la función del ejército en una sociedad democrática. Los que deseen ser policías que ingresen a la academia para prepararse como tales, pero que no deformen a las fuerzas de defensa.
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