La disputa ha ido subiendo de tono, y puede irse agravando aún más al tener los resultados que arrojen  las cajas negras del Boeing 777. La presión internacional  está pidiendo fuertes sanciones para Rusia, de tipo económico, tecnológico, comercio de armas y energético.  Y mientras la diplomacia se despereza, la temperatura del termómetro sube. Considerando que tan solo Holanda perdió a 189 ciudadanos.

Como dijo John Kerry: “La tragedia es un momento de la verdad”  para Putin, y  “una llamada de alerta”  para los europeos.

No muy lejos de toda esta situación está  el conflicto de la Franja de Gaza, actual crisis que es el desenlace de la tensión que también ha ido en aumento, a partir de algunos acontecimientos ocurridos a finales   de junio. El fondo y el detonante siempre en esta área  ha sido el continuo fracaso de las negociaciones de paz entre palestinos e israelíes, que no llegan a un acuerdo. Preocupa mucho también esta situación, que por lo tirante de las relaciones entre Rusia y EE. UU., un conflicto pueda incidir en el otro, y en verdad causar una gran crisis mundial de proporciones mayores.

En ambos casos debo subrayar la gran tragedia humana, donde se han perdido vidas y están muriendo cientos de personas civiles, entre ellos gran cantidad de niños. Este no es un problema nuevo, y tampoco fácil de solucionar, por lo que Ban ki-moon ha recorrido el área estos días, haciendo las gestiones diplomáticas que posiblemente son la única vía para un cese al fuego, aquí cada día es valioso, porque cada día se pierden vidas de ambos bandos. Además, consideremos que los riesgos geopolíticos de estos conflictos inciden en la economía mundial.

De hecho, en el mercado internacional ha subido el precio del petróleo, considerando que Rusia es uno de los mayores exportadores  de crudo. Vuelos cancelados, baja en el turismo, alza de los precios y pobreza vienen como consecuencia de los hechos. En estos momentos de tanta tensión, el trabajo diplomático y el liderazgo que pueda proyectar la ONU cobrará una particular importancia, deberá mediar y negociar pacientemente, pero también con mucha personalidad, firmeza y energía.  Como dijo John Kennedy: “El hombre tiene que establecer un final para la guerra. Sino, esta establecerá un fin para la humanidad”.

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