LIBERAL SIN NEO
Música de la democracia
De lo primero que me percaté es de que estaba sonando música melodiosa de Pablo Milanés, a todo volumen. Claro que me gusta la música de Pablo y Silvio, excepto algunas de sus canciones más propagandísticas. Pensé que la música venía de la gasolinera cercana, que a algunas les da por tronarnos los tímpanos con impunidad. Pronto advertí que los vehículos no avanzaban y pude ver que había un bus atravesado llegando al trébol de Vista Hermosa, bloqueando el paso. Ingenuo, pensé que era un accidente. Me di cuenta de que había un camión atravesado impidiendo el paso en dirección contraria y vi mantas, pancartas y aglomeración. ¿Música de la democracia?
Un individuo con micrófono anunció que se encontraban allí amparados en el artículo 33 de la Constitución de la República. Consulté el artículo en mención, que reza: “Los derechos de reunión y de manifestación pública no pueden ser restringidos, disminuidos o coartados; y la ley los regulará? con el único objeto de garantizar el orden público”. Al parecer no les aplicaba lo del orden público, que incluiría no impedir con violencia el paso de los demás. El individuo con el micrófono se lamentó en forma repetida que no se cumplen las garantías mínimas de la Constitución; mientras continuaban violándolas. “Somos pacíficos”, decía.
Las fuerzas del orden, unos pocos policías y PMT, contribuían al desorden; más bien parecían brindar protección a los manifestantes, ayudándolos a instalarse. Ningún intento de evitar el bloqueo, mover el bus y camión atravesados y permitir el paso. Los organizadores y pequeño grupo de manifestantes, no más de cien por todos, bloqueando tres puntos de paso, intocables e impunes.
Me resigné a ser testigo de la historia. Reconozco que mi frustración y costo eran pocos, en comparación con los que seguramente estaban incurriendo muchos en la cola detrás de mí, personas con urgencia y a quienes les estaría significando altos costos. ¿Por qué la Policía no impedía el bloqueo?
Vi una pancarta exigiendo que se dieran los nombres de los corruptores del Presidente y la Vicepresidenta. Esto sonó como una nota o acorde fuera de tono, estridente, bizarro, que no encaja ni corresponde, como un ganso rojo, un gato que ladra o un perro que chifla. ¿Cómo así? ¿Pobrecitos el Presidente y la Vicepresidenta, los corrompieron y estos campesinos y obreros indignados están manifestando para defenderlos? Otra pancarta mostraba fotografías y nombres de conocidos empresarios —y un empresaurio—, mientras por el micrófono exigían que se dieran los nombres de las empresas cómplices de La Línea. Traté de recordar cómo se le llama a esta falacia de asociación; hacer un enunciado y relacionarlo a una conclusión, infiriendo una relación. Una variante de post hoc ergo propter hoc, estornudé y después empezó a llover; por lo tanto, cuando estornudo… Luego hay quienes se ofenden y exaltan cuando se sugiere que campesinos han sido manipulados para manifestar.
Llama la atención que no se han dado a conocer nombres de empresas involucradas en los actos de defraudación de La Línea. Será muy difícil distinguir entre víctimas y victimarios. En muchos casos, sería pura extorsión; no sale el contenedor. ¿Qué hacer? Es un problema ético difícil, si no se da mordida se incurren serias pérdidas y el incumplimiento de compromisos, y si se hace, es inmoral, molesto, riesgoso y se incurre en delito. Este es un dilema muy frecuente en Guatemala y todo el que hace gestiones ante las instituciones de gobierno, a todo nivel, lo enfrenta.
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