El narco y el arte
Es un mercado altamente rentable que se cierne sobre sus métodos, las preguntas serían ¿con quién contacta? ¿Pagan a los confidentes? ¿Por qué no se informa a la Policía quiénes actuaron de intermediarios? ¿No es su trabajo, en definitiva, un buen incentivo para los ladrones de guante blanco? Pero la Policía asegura que una firma británica es una gran ayuda. Los ladrones de obras de arte suelen ser personas con un amplio conocimiento del tema, y habitualmente pertenecen a organizaciones mafiosas, que están conformadas por pocas personas.
Scotland Yard tiene un listado de 57 mil 500 obras de arte robadas. El de Interpol lo conforman solo 40 mil, mientras que el del FBI no llega a las ocho mil. Una empresa privada londinense llamada Art Loss Register (Registro de Obras de Arte Desaparecidas) tiene un listado mucho más completo: 350 mil obras robadas o en paradero desconocido! (Periódico El País).
Recientemente, Antigua fue objeto del robo de sus obras de pintura colonial en la Iglesia del Calvario (Guatemala). Son obras altamente ambicionadas por las mafias internacionales. Unesco condena este robo de obras de arte en Cuba y Guatemala. Los recientes robos de obras de arte ocurridos en estos países es un mensaje difundido. La institución con sede en La Habana también expresó su preocupación por estos hechos que ponen en riesgo la integridad de las piezas patrimoniales usurpadas en ambos países, situándolas a merced del tráfico ilícito de bienes culturales a nivel nacional e internacional. (El País).
Pero la crisis de los robos no solo nos afecta a nosotros, sino a otros países, Según contaba la edición global de The New York Times. Esta empresa que lleva operando un par de décadas sirve de gran ayuda en multitud de ocasiones a la propia Policía. No solo registra toda obra de arte robada o desaparecida, sino que la busca, a veces hasta encontrarla. Un caso reciente ha sido el del cuadro de Matisse Le jardin, robado del Museo de Arte Moderno de Estocolmo en 1987 y recuperado en enero de este año gracias al buen hacer de Art Loss Register, que cobró, obviamente por su trabajo. En 22 años de actividad, la empresa londinense ha recuperado más de US$250 millones en arte y ganado una parte importante cobrando sus tarifas correspondientes a las aseguradoras y a las víctimas.
Ante este panorama, el narco va acompañado también del robo de obras de arte, parte de un robo de US$300 millones. En la más reciente publicación de la revista Cultura y Desarrollo se exponen las experiencias desarrolladas por Argentina, Colombia, Cuba, Guatemala, Haití, Jamaica, México, Paraguay, Perú, República Dominicana y San Martín.
Guatemala está sumida no solo entre estafadores e inestabilidad social, sino también en una deficiencia en su seguridad privada y pública.