REGISTRO AKÁSICO

No a la sedición

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Un grupo de ranas pidieron un rey. Zeus les envió una cabra flaca que apenas se movía. Enojadas, solicitaron un mejor animal, con carácter y muchas iniciativas. Indignado, Zeus les envió una serpiente que rápidamente las engulló. Esopo razona que es mejor tener un gobernante honesto y tranquilo, a uno activo pero malvado y corrupto.

En la democracia ocurre algo parecido. Se critica a los gobernantes socialistas, socialdemócratas, o simplemente demócratas, por su sensibilidad social. Se hace grupo con los cleptócratas y con los ricos acostumbrados a restringir al poder público, repitiendo consignas y tonteras. Finalmente, se encumbra un “mano dura” que terminará con todos los males y solucionará todos los problemas a golpes. Visto el fracaso, instaurado un régimen de corrupción y cleptocracia, los mismos que empujaron a esa elección, piden la condena de “los políticos”, sin importar que todos terminarán siendo engullidos por el desorden.

La sedición fomenta actitudes necias:

1) La falta de memoria. Los que dicen que no tienen por quién votar, no se acuerdan por quién votaron en la elección anterior. No aceptan que se equivocaron, persisten obstinadamente en sus fantasías desprovistas de un nuevo caudillo infame.

2) La presuntuosa condena anticipada de sus conciudadanos que no han desempeñado cargos públicos obnubila su conciencia. Aceptan la sedición y la ruptura institucional, antes de convivir en un régimen democrático. Unas veces se es mayoría, y otras, minoría. Pero siempre, el imperio de la Ley debe prevalecer sobre todos.

3) Señalan a quienes no deben gobernar, pero no descubren su adscripción a grupos que medran en la elusión fiscal, el influyentismo y las mafias establecidas. Obviamente, nuevos electos rompen privilegios e inercias que dañan a los instalados en el crimen organizado y el privilegio.

4) Niegan a la democracia como un proceso; a la política como una carrera cívica; al voto como una parte del poder ciudadano para constituir el poder público. La representación es una característica de las sociedades complejas, necesita de un régimen de legalidad y de órganos que la refuercen. Los electos reciben un mandato que no deben intentar extender en el tiempo o buscar su renovación indefinida. Obviamente, se debe ajustar la regulación legal sobre financiamiento a partidos, no reelección en cargos de diputados y alcaldes, fomento de la publicidad de las diferentes opciones políticas, democratización a lo interno de los partidos, etcétera.

5) Horror a la expresión ideológica a través de sustituirla por la mojigatería cuasirreligiosa. Si en el evangelio de San Mateo se lee “No todo el que diga Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos…”, en el país, los ingenuos se dejan convencer por bendiciones, alabanzas y todo tipo de expresiones religiosas, en lugar de considerar la pertinencia de los programas de gobierno.

http://registroakasico/wordpress.com

ESCRITO POR:

Antonio Mosquera Aguilar

Doctor en Dinámica Humana por la Universidad Mariano Gálvez. Asesor jurídico de los refugiados guatemaltecos en México durante el enfrentamiento armado. Profesor de Universidad Regional y Universidad Galileo.