“Se alquila/Estado”
Me cuenta Nur que, luego de la crisis económica e inmobiliaria en España, muchos edificios quedaron abandonados como monumentales hábitats para fantasmas. Y se quedaron vacíos. Los letreros de “Se alquila” aparecieron de golpe como hongos después de la lluvia: no había quién los alquilara o los comprara. Entonces cinco mujeres y hombres de la cultura decidieron que podrían pedirles a los dueños de aquellos edificios que se los prestaran para darles vida, para usarlos, para hacerlos más bellos por unos días. Y así fueron surgiendo, año con año, las muestras “Se alquila/Burbuja”, “Se alquila/Cuerpo”, “Se alquila/Mercado”, hasta llegar a la muestra actual: “Se alquila/Estado”.
Si vemos qué quiere decir Estado en el diccionario, puede ser muchas cosas, desde los modos de ser o estar de algo o alguien, el estado civil, el conjunto de órganos de gobierno de un país, los estamentos sociales, la condición de cada persona en relación con los derechos y obligaciones civiles que rigen un territorio. Estado de ánimo, estado de bienestar, estado de sitio, estado de buena esperanza, estado de excepción, estado de cuentas, estados unidos, estado de alarma, golpe de estado, estado de gracia, estado de facebook. Al reinventarnos cambiamos de estado, resistimos, nombramos, expresamos, nos rebelamos, alteramos el estado de la realidad.
Así que la palabra “Estado” fue el motivo principal para que todos estos artistas le dieran vida por algunos días a un edificio en ruinas que, además, guarda muchas leyendas y fantasmas acerca de sus propietarios pasados y actuales, reales y potenciales. “Se alquila/Estado”, me devolvió a preguntas sobre el arte contemporáneo que nunca terminarán de responderse: ¿qué es arte?, ¿un artista necesita gestores o curadores?, ¿es todo un sí o un no en el arte?, ¿cómo son los museos de arte contemporáneo?, ¿para qué el arte?, entre muchas más.
Allí estaban fotógrafos, graffiteros, Dj’s, gente de la música y la danza, poetas, artistas visuales, entre muchas y muchos más. Quien se acercó a la muestra se encontró con “la obra de artistas con grandes trayectorias y reconocimientos nacionales e internacionales y las creaciones de jóvenes promesas que demandan su lugar en el panorama nacional”, dijo Nur. Allí estuvieron los artistas visuales Regina José Galindo, Jorge de León, Juan Pensamiento y Nora Pérez. Estaba Mauricio Paredes, Eny Roland con su inmensa y maravillosa imagen de bienvenida, los poetas Rosa Chávez y Manuel Tzoc, la editorial Catafixia, el dramaturgo Marco Canale, el artista visual y culinario David Pérez (Karmadavis), el arquitecto Gabriel Rodríguez Pellecer, el cirquero Mascota y los reconocidos exponentes de arte urbano Guategraff, Pulido, Ariz y Fla-K.O., Mario Santos, entre muchas y muchos otros. Los sonidos y las nuevas tecnologías aplicadas al arte de Ale Garavito me permitieron poner mi firma en una pequeña pantalla, y luego ver cómo danzaban sobre el trazo de mi nombre tres maravillosos cuerpos de dos mujeres y un hombre. Extraña sensación.
Fue una experiencia profunda. Como público habité de otra manera el centro de mi ciudad y un espacio que por más de diez años vi deteriorarse y cerrarse. Vi renacer paredes bajo murales hermosos, vi pedazos de paredes doblegarse frente al arte. El Hotel Ritz pasó de ser un edificio en ruinas a convertirse en un territorio para la creatividad, para la creación, el aprendizaje, la reflexión y el disfrute. Que se repita.
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