Pagar para no morir
El martes 8 de julio, pandilleros atacaron con armas de grueso calibre un humilde taller de zapatos, en Ciudad Quetzal, en el área de Robles II. Murieron cuatro personas y siete quedaron heridas. Se cree que la dueña del negocio no había pagado la extorsión. Me contaron que las familias y sus hijos no duermen, siguen aterrorizados.
Vivimos una guerra solapada que nos está afectando económica y emocionalmente. ¿Quién quiere quedarse en una Guatemala que se desangra? ¿Se puede construir un país donde se tiene que pagar para no morir? El miedo se huele en los buses, en las calles, en las casas. Es como una nube negra que bloquea los rayos del sol.
“La seguridad no es negociable. Es un derecho ciudadano. Si el Estado no la brinda, los chapines tendremos que luchar para recuperarla”, susurró el Clarinero.
La unidad hace la fuerza. Es preciso que los vecinos, con ánimo de protegerse sanamente en sus barrios, logren acuerdos sustentados en valores perdidos como la solidaridad y el respeto. Se nos olvidó actuar como comunidad. Es un reto ahora. Conversé con Eleonora Muralles, de Familiares y Amigos en Contra de la Delincuencia y el Secuestro (FADS). Eleonora comentó que existen diversas modalidades de extorsión.
Desde las bandas que no conocen a las víctimas y llaman por teléfono al azar hasta las maras que provienen de las estructuras ligadas al crimen organizado y son sanguinarias. Los delincuentes se comunican con el dueño de una tienda y le ordenan: “Usted recibirá los sobres este mes”. A fin de mes llega un niño tembloroso que le dice: “Me mandaron a recoger algo”. ¡Inaudito! Lo más sagrado de un país son sus jóvenes generaciones. ¡Aquí desde niños se les tira al infierno! ¿Quién manda en Guatemala?
Los guatemaltecos desconfiamos de la Policía. Sin embargo, Eleonora insiste en que las personas cuando son extorsionadas deben denunciarlo aunque teman hacerlo. Es fundamental que se investigue y les otorguen medidas de protección. Recientemente, el MP publicó en los medios de prensa una línea contra la extorsión: 24 11- 91 19. Esperamos que esta unidad cuente con el protocolo profesional para darle apoyo integral a las víctimas.
Espero que esta crisis nos permita apropiarnos de Guatemala, salvarla. Caminamos sin visión a la deriva. Recordemos el sabio proverbio: “Donde no hay visión, los pueblos perecen”.
clarinerormr@hotmail.com