FAMILIAS EN PAZ

Claves para una vida próspera

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Hay un anhelo en todo ser humano de tener una vida próspera. Una prosperidad que no se limite solamente a bienes materiales, sino a todos los aspectos de la vida, considerando la totalidad del ser: espíritu, alma y cuerpo. Prosperidad espiritual en la relación con Dios, del alma en la madurez y estabilidad emocional y relacional con los demás, y por supuesto, bienestar físico.

Aquí surge la pregunta: ¿Cómo puedo alcanzar una vida plena? Una de las claves más importantes es honrar a nuestros padres. Se trata de la relación más importante en la vida de todo ser humano. Es en el contexto del hogar y en la relación con nuestros padres donde se fortalece la identidad y el carácter del ser humano. Un hogar respetuoso es crucial para el desarrollo integral del ser humano, para la formación de su carácter y para el éxito y prosperidad de una nación.

Sin embargo, es una realidad también que en esta dinámica es donde se pueden recibir las heridas más profundas; cuando los padres no tomamos la responsabilidad de amar, cuidar, instruir y disciplinar a nuestros hijos dañamos su integridad.

¿Cómo es que entonces la honra a los padres se convierte en una clave para una vida próspera? Analizaremos cuatro maneras de hacerlo. La primera, teniendo en alta estima sus enseñanzas. Sin importar la edad, siempre debemos mantener el oído abierto y el corazón respetuoso para considerar los consejos de nuestros padres. Hay hijos que consideran a sus padres anticuados, se burlan y se avergüenzan de ellos.

Segunda, teniendo como prioridad sus necesidades materiales. Está comprobado que al hijo que destina en su presupuesto una ayuda a sus padres le va bien en la vida. Consideremos a nuestros padres en su salud quebrantada, en su cuerpo cansado, en su rutina diaria y tediosa. Se necesita compasión para interesarnos en ellos, en ayudar a satisfacer sus necesidades.

' Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien y seas e larga vida sobre la tierra

Rolando De Paz Barrientos

No tienes que preguntar qué necesitan, muchas veces no manifiestan su necesidad porque no quieren convertirse en carga para sus hijos. Estar al tanto de ellos, preocuparnos por sus necesidades es un acto de amor y compasión. Simplemente ve, visítalos y observa qué necesidades tienen y súplelas.

Tercera, recordando que son seres humanos imperfectos, perdonando sus errores. No hay ser humano perfecto, todos fallamos, incluso nuestros padres. Seguramente cometieron errores al disciplinarnos. Su trato en ocasiones no lo hemos percibido justo, pero como hijos hemos de perdonarlos y honrarlos a pesar de sus errores. Nuestra responsabilidad como hijo no es juzgar sus errores, sino honrarlos por el hecho de ser nuestros padres. Señalar de manera insistente sus defectos y errores en detrimento de sus virtudes es una manera de deshonrarlos.

Cuarta, estando presentes en sus vidas, preocupándonos por sus necesidades emocionales. El mayor desafío de la vida adulta es la soledad y el aislamiento social. Hoy muchos ancianos mueren en soledad en asilos porque hay hijos que no comprendieron este principio. Muchos hijos y nietos en la actualidad visitan a los padres o abuelos solo para sentarse a ver su teléfono móvil, en lugar de dedicarles tiempo, conversar con ellos y suplir sus necesidades emocionales.

¿Estás escuchando a tus padres o abuelos? ¿Te interesas en ellos y buscas cubrir sus necesidades emocionales? Hazlo parte de tu vida y verás la riqueza y la bendición que traerá a tu vida.

¿Quieres que te vaya bien? Aplica estos consejos y verás cómo serás prosperado en todo.

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