PLUMA INVITADA

La odisea del héroe

|

Existe una historia que trasciende generaciones, nacionalidades y culturas: la “odisea del héroe”. Esta narrativa ha servido de base para incontables fábulas, relatos y películas, delineando una secuencia que captura la atención de cualquier audiencia.

La trama es familiar: un individuo sin aparente fuerza ni habilidades especiales recibe un llamado derivado de su pasado. Este desafío lo conduce a enfrentar retos significativos y, tras superar múltiples obstáculos, se encuentra con una prueba final contra un enemigo aparentemente invencible. A pesar de las adversidades, el protagonista, con la ayuda de su coraje, sus experiencias pasadas y aliados, prevalece, ¡logrando la creación del héroe!

Esta estructura no es ajena a la política guatemalteca actual. Observamos cómo el Sr. Arévalo, emergiendo como un candidato improbable y sostenido por el legado político de su padre, desafía las expectativas y llega a la segunda vuelta electoral. Se contrapone a enemigos, tales como el “pacto de corruptos” (que todavía sigo sin entender quiénes son, ya que los cambian a conveniencia del autor), Sandra Torres y el presidente en funciones, entre otros.

Vemos cómo se crea la mística en la historia donde todo está en contra él para hacerlo tropezar y fracasar. Se habla de una serie de teorías conspirativas, como la cancelación del partido, la no realización de una segunda vuelta electoral, entre otras. Personajes como Roberto Arzú aumentan el volumen de esta narrativa.

Ante todas las adversidades, Arévalo se convierte en presidente electo. Sin embargo, la historia no termina ahí; aún queda enfrentar al enemigo más formidable. Si el presidente ya inició la transición, el TSE ya oficializó los resultados y todos los guatemaltecos sabemos que no hay manera de que no asuma el poder, ¿qué enemigo queda? Pues nada más y nada menos que el Ministerio Público, el cual va a orquestar un “golpe de Estado”.

' El MP no puede generar un golpe de Estado, como sugieren algunas figuras conspirativas.

Eduardo Girón

Para que la historia termine exitosamente y cumpla el propósito del autor de la trama, la población debe seguir enganchada hasta que ocurra la consumación de la creación del héroe, de manera que Arévalo asuma el poder con niveles de aceptación tan altos, que luego no lo culpen a él ni a su política “social demócrata” por los fracasos de su gestión.

Todos sabemos que el Ministerio Público es una institución encargada de investigar denuncias. Luego de sus investigaciones, si considera que hay pruebas para un juicio, lo remite al poder judicial. El MP no puede generar un golpe de Estado, como sugieren algunas figuras conspirativas.

Debemos prestar atención a esta narrativa y no dejarnos llevar. La realidad es que el MP, bajo el liderazgo de Consuelo Porras, se ha convertido en una institución en la que los guatemaltecos podemos confiar. No es perfecto, pero es un avance considerable respecto de la gestión anterior.

Si “el que nada debe, nada teme”, ¿por qué se quiere parar el trabajo institucional del MP? ¿Por qué tanta batalla en contra de la fiscal general? Debemos ser objetivos y analizar todos los escenarios, evitando caer en el encanto de narrativas distorsionadas que solo crean caos, incertidumbre e inestabilidad. ¿Podría ser que, en realidad, la narrativa que hemos seguido no nos ha permitido ver la totalidad del panorama y que el verdadero héroe (o enemigo) ha estado oculto a plena vista? Invito al lector a cuestionar, a analizar y, finalmente, a formar su propia conclusión sobre quién es el verdadero protagonista de esta “Odisea del héroe”, pero, más importante aún, quién es su autor.

Como ciudadanos, debemos mantenernos siempre objetivos, velar por el bienestar de todos los guatemaltecos y no permitir que la narrativa equivocada destruya la institucionalidad guatemalteca que tiene la presidencia, el TSE y el MP. No nos dejemos llevar por falsos héroes. Otros países cayeron en la trampa y de nosotros depende el final feliz de la historia de Guatemala.

ESCRITO POR:

ARCHIVADO EN: