PLUMA INVITADA
Nuestra tarea como padres
La semana pasada, los padres de familia fuimos agasajados por nuestros hijos en celebración del Día del Padre. Año con año vemos a nuestros hijos crecer y entrar a nuevas etapas de vida. En ese día nos hacen recordar lo espectacular e impactante que es el nacimiento de nuestro primer hijo, donde nos llenamos de fe, esperanza, amor y shock a la realización de que todo lo que hacemos de ese momento en adelante tendrá un impacto en la formación de esa nueva vida. Ser papá es la mayor bendición, y con ese rol tenemos enormes responsabilidades.
Ser papá conlleva ser doctor, entrenador, maestro, psicólogo, policía, juez, veterinario de las mascotas y más. Como padres, tenemos la tarea de inculcar valores como la integridad, el respeto, la honestidad, la gratitud, la bondad y el amor al prójimo en nuestros hogares. Estos valores son los que trascenderán en el tiempo y seguirán vivos cuando nuestros hijos crezcan. Dentro de ellos considero que es sumamente importante enseñar valores patrióticos, con los cuales nuestros hijos aprendan a ser ciudadanos ejemplares y comprometidos con su país.
Como padres de familia tenemos la tarea y la responsabilidad de enseñarles a nuestros hijos a ser buenos ciudadanos. La formación de un buen ciudadano conlleva fomentar lo siguiente:
1. Espiritualidad y familia: Un hogar con la presencia de Dios (espiritualidad) formará un núcleo familiar tan sólido que será capaz de vencer cualquier adversidad.
2. Cultura de integridad: Formando niños y jóvenes íntegros aportamos a tener en un futuro funcionarios probos, empresarios éticos y ciudadanos comprometidos con una cultura de legalidad y transparencia.
' Si queremos construir una mejor sociedad, un mejor país y un mejor mundo, debemos empezar en el hogar.
Eduardo Girón
3. Participación cívica: No solamente es votar cada cuatro años, es estar continuamente informado de lo que pasa en el país e involucrarse en los procesos de toma de decisiones públicas que tienen un impacto local y nacional.
4. Visión del desarrollo: Es pensar en el largo plazo, con visión de generar prosperidad, oportunidades y desarrollo para todos.
5. Responsabilidad y compromiso: para lograr cambios transformadores se debe trabajar por ello.
Gracias al doble filo que tiene la tecnología, y en especial las redes sociales, nuestros hijos son bombardeados con mensajes antisistema, antifamilia, antiespiritualidad y, por alguna razón que todavía me cuesta entender, mensajes de izquierda que llegan al punto de glorificar a asesinos como el Ché Guevara, con el único fin de destruir a la familia y el futuro de la humanidad. Es acá donde nuestro rol como padres de familia trasciende a nuestro núcleo y tiene impacto en el futuro de Guatemala y el mundo. Ser padres nunca ha sido tan importante como lo es hoy.
Cuando reflexiono sobre lo que me mueve y me motiva cada día para ser una mejor persona, pienso en mis hijos. Tengo la enorme responsabilidad de predicar con el ejemplo porque tengo a cuatro niños que quieren ser como su papá. La educación, tanto cívica como para la vida, empieza en casa. Si queremos construir una mejor sociedad, un mejor país y un mejor mundo, debemos empezar en el hogar. Los valores se viven día a día, y si nuestros hijos tienen esos valores firmes, aunque enfrenten situaciones complicadas podrán discernir entre lo correcto y lo incorrecto. Los niños y los jóvenes son el futuro de Guatemala. Para construir el futuro que anhelamos debemos formarlos hoy para que al crecer continúen siendo ciudadanos de bien, informados, proactivos, íntegros y dispuestos a trabajar por su país. Que este mes del padre nos sirva para pensar en el legado que dejaremos para nuestros hijos y realicemos acciones para formar hoy a los líderes de mañana.