Pese a que nuestro territorio está cubierto por vestigios físicos de culturas ancestrales, coloniales, republicanas y contemporáneas, y contar con culturas vivas de amplia riqueza, despreciada por una gran mayoría, el tema del patrimonio cultural y su conservación no es nuevo, aunque sí novedoso, ante el mísero nivel educativo.

Pese a eso, profesionales, académicos y personas cultas a quienes preocupa esos asuntos, han evitado su desaparición en contra de quienes lo trafican y venden al mejor postor; desde piezas arqueológicas sacadas de contexto, hasta la depredación de imágenes y decorados por el simple hecho de ser ‘bonitos’, tal el caso, según la tradición oral en La Antigua Guatemala, de un jefe político que vendió los estucos que cubrían las columnas del segundo cuerpo del templo El Carmen; de ahí que ahora solo podamos gozar de esa exquisitez en aquellas de la parte baja.

Viene a cuento esta introducción porque cuando en 1993, un grupo de amigos, colegas y colaboradores logró que la administración municipal de la ciudad capital se interesara en iniciar el largo proceso de rescate del Centro Histórico, fue creada la figura RENACENTRO, integrada por el alcalde Óscar Berger, ministro de cultura Otilia Lux, rector Usac Efraín Medina y el director Inguat Thelma Quan; presidida por el Consejo Consultivo y operada por la Dirección del Centro Histórico. Como suele suceder, esas decisiones funcionan según las circunstancias, aunadas a la calidad de sus integrantes y su formación e identidad con el objeto a tratar; es decir, según su nivel cultural.

La iniciativa tuvo amplia cobertura de los medios de comunicación social, lo que permitió dar a conocer los valores urbanos y arquitectónicos ocultos por rótulos, pintura y un sinfín de factores derivados del descuido. Los resultados permitieron proponer al rector Medina que la Usac hiciera lo propio, ante el enorme patrimonio cultural con que cuenta, con énfasis, para el caso que nos tenía reunidos, en el arquitectónico.

De entonces para acá, muchas cosas han pasado. El Centro Histórico tiene su propia dinámica y la Usac empezó a recuperarse de tristes como nefastos períodos. La Coordinadora General de Planificación formuló el Plan de Manejo del conjunto histórico del patrimonio de la modernidad del campus, con el auxilio del Ministerio de Cultura, la Facultad de Arquitectura y Extensión Universitaria.

Recientemente el decano de la Facultad de Humanidades, licenciado Walter Mazariegos, trasladó a Extensión Universitaria su iniciativa por crear la Unidad de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, propuesta que ha convocado a sancarlistas especializados en diversas facetas del tema, quienes la hemos acogido con entusiasmo. La representación de UNESCO en Guatemala, en cumplimiento de su mandato, ofreció apoyo.

Desde que la Usac fue fundada en 1676 ha generado y acumulado bienes culturales, muebles e inmuebles, como aquellos de la modernidad que hoy día demandan ser tratados como tales, realidad que el Consejo Superior Universitario deberá asumir y enfrentar con la responsabilidad histórica que le caracteriza.

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