Qué mejor manera de alejarme de la ciudad y de la sociedad por medio de una forma “aceptada”   que es la universidad. Esto es solo por ahora porque algún día regresaré a donde tengo que estar, en la naturaleza explorando el mar, montañas, ríos y lagos con las personas que amo, compartiendo y haciendo cosas por los demás sin esperar nada a cambio, cuidando la naturaleza y aprendiendo de ella. No entiendo cómo hay tantas personas  que solo piensan en corporaciones que los hagan extremadamente ricos sin importarles destruir el ambiente; vendiéndonos cosas químicas antinaturales que matan poco a poco.

Engañándonos con supuestamente muchas opciones para comprar algún producto cuando es la misma corporación dueña de todas las marcas. Lo peor de todo es que el dinero que ganan lo quieren solo para ellos, más y más sin pensar en ayudar a  quienes están muriendo de hambre y sed,  y no tienen casa para cubrirse de la lluvia y el sol. Para estas personas esta gente no existe, ya que solo se enfocan en donde hay dinero y están estancados en este círculo vicioso que ellos eligieron.

Para mí, la naturaleza es el mejor ejemplo a seguir. Todo forma parte de un gran ecosistema en el cual una energía fluye a través de todo, desde las piedras hasta un oso en las montañas y por esto cualquier cosa en el mundo se tiene que respetar. Todo tiene un propósito y lo más increíble es que se cumple para que los demás puedan existir, simplemente todo vive para poder dar vida. Pienso que esa debería ser la base de todo movimiento político, económico y social en nuestro pequeño mundo.

Trabajar, crear, innovar para dar a los demás, así cada quien cumpliría un propósito y las necesidades de todos estarían más que satisfechas. Por eso no estoy en contra de la tecnología siempre y cuando no tenga impacto sobre la naturaleza y todos sabemos que esto se puede cumplir. También siempre y cuando sea para dar vida sin esperar nada a cambio. Si pensáramos de esta forma se produciría lo necesario para tener la mejor calidad de vida y lo más importante de una forma igual y equitativa.

Si tu pasión es ser doctor, sé doctor para salvar vidas; si tu pasión es cocinar, cocina para compartir ese regalo que se nos ha dado que es disfrutar la comida; si tu pasión es sembrar, siembra para que no le falte comida a nadie; si tu pasión es ser policía, protege a las personas con todo lo que tengas; si tu pasión es ser zapatero, haz los mejores zapatos del mundo para que no les falten a nadie; si tu pasión es arreglar y mejorar las cosas, puedes ser plomero o electricista o hasta un mecánico de aviones amigables con el ambiente; si tu pasión es hacer negocios, puedes enfocarte en la distribución equitativa de recursos. Y todo esto, para dar vida y ayudar a los demás sin esperar nada a cambio, porque la ley de la siembra y la cosecha se cumplirá para darte también a ti, todo lo que necesitas para vivir.

El propósito de todos se resume en algo simple, expandir la felicidad en el mundo olvidándose del ego, siendo humildes y sinceros con nosotros mismos olvidando completamente ideas como “guerra” o “yo tengo más que tú” y usando toda nuestra energía, fuerza y pasión para compartir la felicidad y que todos la sintamos en su máxima expresión: vivir en paz.

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