A CONTRALUZ
Regalos navideños
El viejito rechoncho ya comienza a vestirse con su traje rojo en un ambiente con olor a manzanilla, mirra y pino. Mientras peina su barba blanca trata de recordar los regalos que le pidieron algunos protagonistas de este año que deparó muchas sorpresas. Santa Clos lanza su inconfundible jojojojó cuando lee los deseos de los chicos malos. El primer nombre que aparece es el de Roxana Baldetti, quien le pidió una Navidad rebonita con una línea de nuevas bacterias, a cual más exóticas para prolongar su estancia en el Hospital de Especialidades de la zona 7. Ella confía en seguir evadiendo la cárcel y utilizar ese nosocomio como su centro de operaciones para mantener activa su red de corrupción.
Del otro lado de la ciudad, Otto Pérez Molina está ansioso de que Papa Noél le haya conseguido un juego completo de campañas negras contra la Cicig y otras remodelaciones en Mariscal Zavala, con jacuzzi incluido. Su objetivo es hacer más placentera su estancia en ese Resort Club, rodeado de su yerno y varios socios de La Línea, con quienes diseña estrategias para desprestigiar a Iván Velásquez y Thelma Aldana. El exmandatario cree que sus expertos en guerra psicológica, que empleó cuando dirigió la G-2, pueden dar resultados para botar las pruebas en su contra.
Jimmy Morales espera con premura la varita mágica que le ayude a transformarse de comediante a mago, para multiplicar el pisto cuando escasee el Presupuesto en su próximo gobierno. Con esa varita tratará de aumentar el número de sus escasos diputados, evitar las fricciones en su bancada y que Jafeth Cabrera deje de ser tan servicial con los militares del FCN.
Un padrino pistudo es el deseo de Sandra Torres, para que le ayude a financiar la larga campaña de cuatro años que piensa montar la excandidata presidencial de la UNE y quién quita hasta le cubre los costos para comenzar a ensayar la entrega de bolsas solidarias. Ahora requiere ese padrinazgo porque Gustavo Alejos está más preocupado en seguir prófugo que en financiar nuevas jornadas proselitistas.
La solicitud navideña de Manuel Baldizón es convertirse en Darth Vader, para poder seguir siendo el tatascán del lado oscuro de la fuerza y darle vida a su nuevo Movimiento Progresista, integrado por una constelación de estrellas corruptas. Después del berrinche de niño rico que hizo cuando quedó en tercer lugar en las elecciones pasadas, cree que con el disfraz de ese despreciable cyborg podrá engañar a la población con vistas a ser candidato presidencial para las elecciones del 2019.
Alejandro Maldonado Aguirre también pidió su obsequio a Santa Clos. Él es más modesto y solo quiere un papel en la próxima secuela de Jurassic World, porque si logró remontar el paso de los años para llegar a la Presidencia sin gastar un solo centavo y sin obtener un solo voto, cómo no va a poder ser parte de los especímenes que participarán en la nueva cinta de Hollywood. Además, podría reclutar a otras figuras retro como las que llevó a su gobierno, cuyo mayor logro fue haberse quebrado la rodilla derecha.
Después de ver esa lista de deseos, Santa Clos se arregla el gorro, vuelve a carcajearse y por debajo de su chaqueta hace con los dedos de sus manos ojitos de cangrejo, en señal de que dejará a los chicos malos sin sus preciados regalos. Al contrario, el viejito gordiflón espera cumplir el deseo de la mayoría de guatemaltecos que quieren comer su tamal con tranquilidad esta Navidad y que esa ansiada paz se prolongue en todo el año 2016. Salud.