La construcción de una ruta alterna resolverá en definitiva el complicado, tedioso y vergonzoso atascadero de tránsito de carácter nacional e internacional que a diario se registra desde hace cerca de 15 años, con agravamiento constante, en la carretera Interamericana, paso por Chimaltenango, por irresponsabilidad e indiferencia de varios gobiernos, en perjuicio de manera directa de nueve departamentos: Guatemala, Chimaltenango, Sacatepéquez, Sololá, Quiché, Totonicapán, Huehuetenango, Quetzaltenango y San Marcos; tres pasos fronterizos con México: La Mesilla, El Carmen y Tecún Umán; turismo que aporta valiosas divisas; comercio, agricultura, industria y desarrollo, y eventualmente del resto de provincias del país. Esta crisis ha generado también numerosas tragedias de tránsito por el abuso de pilotos, particularmente de autobuses extraurbanos, al abrir carriles contrarios a toda velocidad, así como por otros factores diversos.

Esta esperada y exitosa medida gubernamental se la anotó el recién concluido gobierno transitorio presidido por Alejandro Maldonado Aguirre, no obstante que la obra había sido iniciada el año anterior por el expresidente Otto Pérez Molina, pero fue suspendida repentinamente a pocos meses de iniciada, sin explicación alguna, continuando el caos en contra millones de viajeros que utilizan esta importante carretera —incluyendo de manera insólita a las propias autoridades—, particularmente los viernes, sábados y domingos, fiestas diversas, accidentes, desfiles, deportes, manifestaciones o incidentes fortuitos. Actualmente transitan diariamente más de 400 mil vehículos, a veces con pérdida de una, dos o tres horas, dependiendo de las circunstancias.

De los cuatro gobiernos involucrados en este problema, el de Álvaro Colom trató de corregirlo, construyendo un viaducto en la cabecera chimalteca, con millonaria inversión, pero le fallaron sus funcionarios al no eliminar los embudos causantes del atasco en el sector de las “chulas” y otros negocios. Su historia señala como responsables a un antiguo presidente, a la Dirección General de Caminos que en ese tiempo mandaba y desatendió su deber al permitir que un alcalde ordenara medidas ilegales en esta ruta propiedad exclusiva del Estado, por donación de los Estados Unidos a muchos países de este continente.

Este nuevo tramo está ubicado entre los kilómetros 50, aldea San Miguel Morazán, El Tejar, y 63, salida de Chimaltenango hacia Zaragoza, pasando por San Andrés Itzapa, cuyos trabajos necesarios ahora agravan más este paso vehicular. Constará de 15 kilómetros, cuatro carriles de concreto hidráulico, dos en cada sentido y un arriate central. Su costo, se dijo en su momento, sería de Q310 millones.

Prensa Libre y esta columna, en cumplimiento de su delicada función periodística, contribuyeron durante cinco años, quizá de manera persistente, pero responsable, a resolver este criticado atasco vial.