Retos del TSE

*JUAN ANTONIO SOLARES

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Reflexionemos un poco acerca de lo que le espera al nuevo Tribunal Supremo Electoral, los retos que sus nuevos dirigentes deberán enfrentar, que pueden reducirse a vista del público a: transparencia y agilidad para ejecutar. ¿Por qué digo esto y no lo que parece ser de más importancia: las nuevas leyes aprobadas por el Congreso y la organización de las elecciones que se avecinan? En una democracia las leyes van y vienen, no son cosa nueva.

Tampoco lo son las elecciones. ¿Qué es nuevo, entonces, que sí será un reto verdadero para el TSE y para los órganos del Gobierno e instituciones de la sociedad civil en general? El pueblo guatemalteco está cansado de la disfunción de estas organizaciones y, en silencio y persistentemente, se ha ido formando una generación que demanda sus derechos de ciudadanos, que no se conformará con una gobernación infiel. ¿Qué características tiene esta generación nueva que no tienen las anteriores?

Una gran sed por la democracia. Los fenómenos recientes de democratización en el Medio Oriente demuestran que la libertad y el sueño de vivir en un Estado de Derecho no son una pasión de una época ilustrada: son una visión del mundo que comparten las generaciones jóvenes de hoy. Las instituciones e individuos que se opongan a esta gran ola serán aplastados, para bien o para mal, por la flagrante demanda de funcionabilidad institucional.

¿Podrán estos magistrados suplir las necesidades de la nueva generación? Repito: transparencia y habilidad para ejecutar.

Si el TSE supera los retos de la transparencia y las dificultades de ejecutar procesos complejos, habrá cumplido con el deber que le asigna la necesidad más grande de una democracia: que los que votan sepan que sí participan en la dirección de su país y que no pueden desentenderse de ella, que los procesos legales sí funcionan y que no debemos desesperar.

El futuro no es función de la comodidad de unos magistrados sedientos de poder que, por falta de ambición o de carácter, intentan ser los zánganos, como decía Platón, de los justos.

*Catedrático de Introducción a Estudios Políticos, Universidad del Istmo.

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