PARALELO 30
Revolución humana
El mundo se ha venido recomponiendo por revoluciones que han permitido entrar a nuevos ciclos para bien o para mal, de cambios importantes para la humanidad.
¿Estamos frente a un nuevo ciclo? ¿Frente a una nueva revolución?
No hablo de factores astrológicos que influirían en ese cambio, sino en la capacidad humana de revolucionar, de cambiar violentamente una tendencia… así como el renacimiento, la revolución industrial, la revolución verde o la revolución tecnológica.
¿Estaremos frente a una nueva concepción humana? Hasta ahora hemos (la humanidad) puesto en lo religioso, en lo científico y en lo económico al ser humano como centro gravitacional. El antropocentrismo que nos ha llevado a cambiar estructuras económicas, políticas, sociales e incluso interrumpir acelerada y artificialmente equilibrios naturales y ambientales que tomaron millones de años en establecerse y siguen ajustándose a los rápidos cambios es producto humano.
Esa nueva conciencia como producto de la re-evaluación de la especie humana y nuestro rol en el mundo puede llevarnos a convertirnos en especies más evolucionadas… o más adaptadas. ¿Es posible cambiar del antropocentrismo a un “eco-centrismo”, aunque lleve encima el costo de negar la supuesta supremacía del ser humano y la conciencia de su finitud? ¿Será posible aprender a preservar ecosistemas y equilibrios en lugar del fomentar el individualismo extremo que pone a la persona como deidad (centro) ante el resto de especies? La equidad, incluyendo otras formas de vida y sistemas, se ignora y subestima. La supuesta libertad de consumo regulado por un “sistema de precios” o por el ingreso monetario es fantasiosa, pues en el tiempo largo, más allá de una generación, el planeta es incapaz de seguir nutriendo el mismo estilo de vida occidental (aparentemente libre y hedonista) a toda la población mundial que ha nacido en el nuevo milenio.
Una nueva revolución humana, pasar del “homo-economicus” al “homo-moralis” está frente a nosotros, seres inteligentes. Pero para ello existe un pulso grande, entre miembros de la misma especie que pueden y desean seguir teniendo el control antropocéntrico incluso sobre sus pares y beneficiarse de un eventual colapso, al poder controlar variables que les permitan mantener su estatus de poder. Aun en tiempos pasados, en sociedades con jerarquías verticales, existieron élites de poder que visionariamente influyeron, actuaron y cambiaron el rumbo de la historia frente a posibles hecatombes de la civilización que dominaban, pero también, en repetidas ocasiones, esos mismos imperios, donde el poder se concentraba en detrimento de otros, colapsaron.
Un nuevo mundo es posible, una nueva realidad es posible, y depende de nuestra capacidad de escuchar los gritos que la vida no-humana lanza… el tiempo es ahora y la acción le corresponde a esta generación de seres humanos, que como nunca en la historia tiene el poder; es decir, la capacidad de saber, de transmitir y de cambiar tendencias a nivel global en tiempo real.