Recientemente fui invitado, junto a mi esposa, a una celebración, por una pareja guatemalteco-alemana que daba gracias a Dios por cumplir 50 años de vida. La celebración se realizó en el Rincón Alemán (San Bartolomé Milpas Altas), con una velada musical. Disfrutamos la actividad, pero sobre todo enterarnos de las actividades que ellos desarrollan en pro de la educación de la comunidad. En medio de la velada, un joven de la comunidad, estudiante de la Escuela Normal para Varones, tomó la palabra para expresar su agradecimiento por el apoyo que está recibiendo para poder realizar sus estudios. Contó cómo la ayuda de este proyecto le ha permitido retomar su sueño, que él ya había enterrado por la situación económica difícil de su familia, de estudiar un bachillerato y, luego, una carrera universitaria en ingeniería.

Lo novedoso del proyecto es que se creó con el propósito de fomentar una cultura de esfuerzo y excelencia en la comunidad, y su misión consiste en detectar y desarrollar talentos para ayudarles a realizar sus sueños sin limitaciones económicas y para convertir a los beneficiados en agentes para el cambio. Con este enfoque se diferencia de la mayoría de proyectos, que privilegian la necesidad, al escoger ayudar la pobreza, con el efecto de perpetuarla por dar un incentivo para seguir en la pobreza y continuar recibiendo “la ayuda”, con el impacto de fomentar la dependencia.

El proyecto tiene exigencias al estudiante y padres de familia. Los potenciales becados son recomendados por maestros del establecimiento educativo público del lugar. Se apoya a cada becado con uniforme, calzado, útiles escolares, materiales de estudio, libros, y/o cursos extracurriculares, según sus necesidades individuales, además del acompañamiento personalizado a través de visitas domiciliares. Al continuar los estudios fuera de la comunidad, el proyecto les apoya con gastos de transporte hacia el lugar de estudios. Pone a disposición de becados y familiares una biblioteca móvil, que los atiende una vez al mes. En las reuniones de biblioteca, ellos pueden cambiar los libros y juegos pedagógicos que usan en casa durante un mes, probar nuevos juegos, interactuar con los demás becarios, tomar café y charlar, y es en estas ocasiones donde se les reembolsan sus gastos autorizados contra la entrega de los comprobantes pertinentes.

San Bartolomé Milpas Altas es un municipio idóneo para este proyecto, es un pueblo tranquilo donde existe eficiente coordinación entre Municipalidad, instituciones educativas, Policía y otras instituciones. Actualmente, el proyecto Talentos para Guatemala tiene 19 becados y la intención es brindar apoyo de largo plazo a sus becarios hasta que hayan aprendido un oficio o una profesión —nivel de diversificado o licenciatura—, una vez cumplan con los requisitos del proyecto en cuanto al rendimiento académico. No se tienen gastos administrativos porque su administración y gestión son ejecutadas por voluntarios. En el correo denis.morales@guatemayan.org puede solicitarse más información. Se puede contribuir al donar dinero, apadrinando un becado, en especie o donar tiempo.

Me pareció interesante el enfoque de privilegiar las fortalezas en lugar de consentir las debilidades. Entrelazando el fomento con el esfuerzo, resultan jóvenes que se fijan metas y las alcanzan de manera autogestionada, que son cumplidos y desarrollan su autoestima, en fin: talentos formados para nuestro querido país.

samreygo@yahoo.com