LIBERAL SIN NEO

Un error personal

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Su página en Wikipedia la describe como una guatemalteca, politóloga, presentadora de televisión y locutora de radio, de ideología libertaria, crítica del populismo y los gobiernos populistas. Gloria es una comunicadora y activista, que saltó a la fama dentro y fuera del país, por un fogoso discurso que dio en el Parlamento Iberoamericano de la Juventud, en Zaragoza, España, en 2014. El video de su conferencia —Gloria Álvarez Parlamento Iberoamericano de la Juventud, en YouTube— ha tenido más de 1.35 millones de visualizaciones.

Gloria se define a sí misma como libertaria. En términos generales, “el libertarismo o liberalismo libertario es una filosofía política que afirma la vigencia suprema de la libertad individual, es decir, el derecho del individuo sobre sí mismo, cuyo límite no es otro que el derecho ajeno. El sustento de la ideología libertaria es la libre asociación”, gobierno limitado y la economía de mercado, donde “toda relación humana debe ser producto de pactos voluntarios [la no coerción] y la fuerza solo puede emplearse legítimamente contra otros de manera defensiva (principio de no agresión)”. Desconozco hasta dónde encaja Gloria dentro de esta definición.

Gloria le cae muy mal a la izquierda; la detestan y descalifican. Es una mujer muy atractiva, elocuente, mediática, de fuertes convicciones y apasionada para transmitir sus ideas; se mueve como pez en el agua frente a un auditorio. Entre otras cosas, la pluma de izquierda la define como “una clásica intelectual orgánica de la clase dominante” y “una rubia guatemalteca” que presumiblemente, por el color de su pelo, hacen de ella “a todas luces, una hija dilecta de las clases dominantes de Guatemala”. Para sus detractores, por ser canchita y libertaria, Gloria no tiene derecho a hablar en nombre del “pueblo” y habla apenas por la “gente bien”, como si la razón, la verdad y la sensibilidad social fueran el dominio exclusivo de una raza o clase social.

En los últimos días ha circulado un audio en el que Gloria profiere una serie de vulgaridades en contra de un individuo que, al parecer, le hizo o pretendió hacerle algún daño. Son muchas las personas que se apresuraron a ser las primeras en lanzarle piedras. ¿El audio es vulgar, rabioso y denigrante? Sí, y nunca quisiera escuchar a una hija mía hablar así; habría que lavarle la boca con jabón.

Como figura pública, Gloria cometió un error grave. Pero no hay que perder de vista que este es un error personal, un insulto contra otra persona en una comunicación privada. No es un error como los de Roxana, Otto, Juan Carlos o Anabela. No es un error público, en el sentido de que el costo deben pagarlo otros o que salga de nuestros bolsillos. Con este acto no ha robado, extorsionado o cometido violencia física contra otros; ha insultado a otra persona y se ha denigrado a sí misma. La persona a la que insultó ha cobrado una venganza, por lo menos tan severa, si no más. El error es de ella y será ella quien cargue con los costos y secuelas de sus acciones, como debe ser.

He cometido muchos errores en mi vida y más de una vez he hecho daño a otros, ya fuera a propósito o inadvertidamente; quien me diga que no lo ha hecho, no le creo. El error es quizás el más grande de los maestros, si somos capaces de reconocerlos, superarlos y cambiar de rumbo. Gloria ha pedido perdón públicamente, y aunque no tengo nada que perdonarle porque no me ha hecho nada, la perdono. Más que eso, la invito a levantarse, superarse, demostrar con sus actos que ha aprendido de sus errores personales y que tiene mucho que aportar a la sociedad.

fritzmthomas@gmail.com

ESCRITO POR:

Fritz Thomas

Doctor en Economía y profesor universitario. Fue gerente de la Bolsa de Valores Nacional, de Maya Holdings, Ltd., y cofundador del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN).

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