LIBERAL SIN NEO

Un nicho en la pared 

Decía que para que progrese la educación en Guatemala, es absolutamente necesario saltarse el siglo veinte e ir directamente al veintiuno. Esto significaría una alta disposición por experimentar e innovar, para ser guiados tanto por aciertos como errores. Mi manera de entender la experimentación en el contexto del sistema educativo no significa probar cosas nuevas y radicales a nivel de todo el sistema. Experimentar es ensayar a escala, con escuelas, estudiantes y lugares seleccionados, para encontrar modelos escalables.

Se conoce como “Nicho en la Pared” a una serie de experimentos sobre aprendizaje en niños, diseñados y dirigidos por Sugata Mitra, un científico de Calcuta, India, profesor de la Universidad de Newcastle, en el Reino Unido. Sugata Mitra ha visitado Guatemala en al menos dos ocasiones, la más reciente para participar en el MIT Global Startup Workshop, el pasado mes de marzo.

Mitra realizó sus primeros experimentos de Nicho en la Pared en 1999, con una computadora incrustada en una pared, en un barrio bajo de Delhi, India. Los niños del barrio podían usar esta computadora cuando quisieran, sin permiso ni supervisión adulta. Sencillamente colocó una computadora en el lugar y los niños se encargaron de aprender a usarla y a “navegar” por su cuenta. Mitra le llamó a esto “educación mínimamente invasiva” —MIE, en inglés—. El experimento se ha repetido muchas veces en diferentes países, demostrando cómo grupos de niños pueden aprender por sí solos a usar una computadora y el internet, independientemente de su condición económica y lugar, incluso sin saber inglés. Recomiendo estos videos en TED: http://www.ted.com/speakers/sugata_mitra.

Las lecciones aprendidas de los experimentos de Mitra tienen sus detractores y no deben verse como una bala de plata llamada a resolver todos los problemas educativos. Algunos críticos, como Larry Cuban, señalan que solamente está reciclando la idea de “tirar computadoras en las escuelas y sentarse a esperar que suceda la magia.”

Con todo mi entusiasmo por la tecnología, soy de los que piensa que una computadora actualmente no puede sustituir a un buen profesor. Pero la tecnología sí puede lograr que los mejores métodos y profesores interactúen con estudiantes en cualquier lugar, especialmente los más remotos y menos privilegiados. Valdría la pena diseñar e implementar un programa piloto. Se podría seleccionar quince o veinte escuelas e institutos en diferentes lugares del país, remotos, en comunidades pobres donde se considera que el acceso y la calidad de la educación dejan mucho que desear. Instalar pantallas grandes, micrófono, acceso a internet —paneles solares si fuera necesario— y realizar clases interactivas, con comunicación en ambas vías. Estudiantes en Huehuetenango discutiendo con otros en Cobán y Petén y un profesor en Xela. Los problemas técnicos serían difíciles, pero no insalvables. Los padres de familia y la comunidad jugarían un papel importante en el control y responsabilidad. Se podría dar acceso a algunos de los mejores profesores y métodos de Guatemala y el mundo y a muchas plataformas educativas. El método se ensayaría en pocos lugares, muestras seleccionadas, para observar y aprender. El programa piloto sería caro pero al escalarlo bajarían los costos sustancialmente. Pienso que podría lograrse el concurso de diferentes empresas y organizaciones.

No formulo esta propuesta como una solución, sino como un experimento a escala. Lo más importante es la disposición de experimentar.

fritzmthomas@gmail.com

ESCRITO POR:

Fritz Thomas

Doctor en Economía y profesor universitario. Fue gerente de la Bolsa de Valores Nacional, de Maya Holdings, Ltd., y cofundador del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN).