IMAGEN ES PERCEPCIÓN
¿Un nuevo Holocausto?
Es necesario conmemorar el Holocausto para recordar a las víctimas denigradas y deshumanizadas, quienes tuvieron que vivir el infierno en la Tierra, por la maldad de una persona desquiciada y llena de odio, que nos muestra el lado más oscuro del ser humano. Esta semana se cumplieron 71 años de aquella barbarie que sin duda cambio al mundo, ya que nos obliga a reflexionar y profundizar en los hechos, porque solo aprendiendo de los errores del pasado se puede evitar que estos vuelvan a ocurrir en el futuro. Los horrores que tuvieron que sufrir las víctimas del Holocausto, son una prueba viviente de lo que sucede cuando el ser humano le da rienda suelta a sus más bajos instintos. Ser indiferente o negar que ha ocurrido este hecho de maldad, siempre implica culpabilidad por omisión porque el que observa el mal a su alrededor y es indiferente, aunque no participe en forma directa, se hace cómplice con su silencio. Y no debe olvidarse que en este tiempo se exterminaron cerca de seis millones de judíos, incluyendo inocentes niños y mujeres. Una de las lecciones más importantes que nos deja la Shoá, es que este genocidio fue provocado por la aversión, el desprecio al prójimo y el racismo.
La política de odio que históricamente comenzó contra los judíos, también afectó otras minorías que en su momento se vieron incluidas en esa crueldad. Por esta razón los grupos de fanáticos e intolerantes deben frenarse a tiempo, antes de que se vuelvan imparables y la situación este fuera de control.
Debemos comprender que el antisemitismo no es algo lejano y que únicamente pertenece al pasado, sino que está resurgiendo peligrosamente en el mundo, cuando ha entrado en la escena internacional el grupo extremista ISIS, que ha cometido todo tipo de atrocidades y sin importar nacionalidad, edad, sexo o credo, han asesinado cobardemente a miles de personas y destruido monumentos milenarios que pertenecían al acervo cultural mundial. ISIS podría llevar a cabo un nuevo Holocausto en pleno siglo XXI. Con tintes genocidas, el Estado Islámico ha ordenado la eliminación de los niños con síndrome de Down y otras discapacidades congénitas. ISIS ha prometido someter, perseguir y destruir a las minorías religiosas, consideradas para ellos herejes.
Los recientes atentados terroristas de Francia, Túnez, Kuwait, Somalia y Siria; cristianos que han sido asesinados brutalmente —crucificados, decapitados, quemados y ahorcados—; mujeres violadas y niños asesinados. Toda esta situación afecta a todo el mundo y además ha provocado la inmigración de cientos de miles de personas de las áreas ocupadas por ISIS a Europa, que tienen que huir para salvar su vida.
Las condiciones evidencian el inicio de un genocidio y este es el momento justo para accionar y frenar a este grupo terrorista, tomando decisiones inmediatas que pongan fin a estas atrocidades.
Conmemorar el Holocausto es recordar que cualquier barbarie como la ocurrida en el pasado puede suceder de nuevo, en el instante y la manera menos esperada; cualquier actitud inhumana, violenta y racista que nos afecte como sociedad, no debe ser desestimada, ni tomada a la ligera jamás.
En el mundo siempre habrá personas vulnerables, pero la prueba de una sociedad justa y avanzada será proteger a los más débiles y a quienes sufren. Ante la amenaza latente de un posible nuevo genocidio, el Día Internacional de la Conmemoración del Holocausto —27 de enero— no debe ser solo un ardiente discurso y reuniones, sino más bien un recordatorio para que se actué de inmediato, para poner fin a la amenaza que estamos enfrentando hoy.