LA ERA DEL FAUNO
Una trilogía recomendable
Un primer impulso es escribir que los tres documentales se refieren al racismo y discriminación de los pueblos mayas. Pero, ¿quieren ver un acto de magia? Vean desaparecer estas palabras: “racismo”, “discriminación”, “pueblos mayas”. Sus trazos se resquebrajan como popó de comején grabado en una pared. Se desmoronan, se hacen montoncillos de polvo sobre la línea. Su fantasma o significado apenas cala en sociedades que consideran tediosos esos temas.
El segundo impulso es advertir que hablar del sufrimiento de los pueblos mayas, desde una posición ladina, (me) coloca en una situación de privilegio descriptor ajeno y muchas veces paternalista. En efecto, la comodidad del año 2018 y el privilegio de escribir sobre la historia podría redireccionar los valores humanos de los pueblos indígenas hacia una solidaridad ladina oportunista -en el fondo cómplice de los saqueos-. Como el turista local que cuenta cómo se dinamita un cerro, desde el confort de una terraza. Allá, abajo, las lamentaciones. “Terrible. Tengan ustedes una feliz tarde, volvemos a estudios”.
En todo caso, serán los indígenas quienes cobren lo que les pertenece. Solo ellos y ellas podrán recuperar sus territorios, descentralizar el poder del sistema, arrebatar los privilegios a una clase no indígena que se repartió los tres poderes del estado; que gasificó sus humos en las élites empresariales excluyentes y se metió en las venas de esa parte de la opinión pública discriminadora. La narrativa del acompañamiento puede ser mero discurso, concesión lastimera, moralidad de ladino “consciente”, pero también es cierto que puede ser esa marcha paralela, auténtica, en favor de la vida y en contra de la muerte.
El asunto es que le recomiendo tres documentales: Cuando las montañas tiemblan (1983); Granito: cómo atrapar a un dictador (2011), y 500 años (2018), trilogía de la estadounidense Pamela Yates. Los dos primeros puede verlos en YouTube. 500 años fue estrenado esta semana y a partir de febrero podrá verlo en el servicio de videos Amazon. O tal vez ya lo tenga el Buki.
El telar narrativo de la primera película lo teje una joven veinteañera que años más tarde sería nuestra Premio Nobel de la Paz, la doctora Rigoberta Menchú. Otras mujeres, las de la película Granito, debido a las violaciones y asesinatos por parte del Ejército deciden abandonar sus casas para integrase a la guerrilla. Solo quien vea los documentales o lea la historia del país podrá comprender tales decisiones.
En la película 500 años observamos a hombres y mujeres mayas intelectuales, activas en la lucha por los derechos de sus pueblos. Se observa un liderazgo indígena que ya supera, en mucho, a la intelectualidad tradicional corresponsable de la discriminación, miedosa, por cierto, de sufrir el remplazo. De la explotación hacia el relevo generacional es la médula que cruza los documentales. En Guatemala no solo hubo genocidio, también esclavitud. Se puede ver los caminos que se abren a fuerza de sangre indígena y ladina. Llegó la persecución. Décadas huyendo hasta que llegó una esperanza con la firma de los Acuerdos de paz; otra esperanza, con la condena por genocidio a Ríos Montt; después, otra luz con las manifestaciones que llevaron a dimitir a Pérez Molina.
Entre opresión, esperanza y empoderamiento cultivado llega una aparente unidad nacional pronto disuelta porque en el seno manifestante quedó enroscada la devoción racial, el deseo de restituir la facción militar y la tolerancia a la supremacía empresarial corrupta. Es así como llegó el actual fantoche, no incluido en este paquete.
@juanlemus9