El urbanismo y Cristo
cuando se domesticaron las semillas y los animales, a la Revolución Neolítica, el patriarcado, cuando se descubrieron los diferentes metales.
Sería entonces con los metales cuando se elaboran los elementos de trabajo, como los objetos, creando los oficios que darían forma a la producción. Se establecieron entonces las primeras relaciones de intercambios, base de la economía urbana y germen de las ciudades. Así como las armas para las fuerzas de protección, los ejércitos; institución importante en la historia urbana.
Las primeras agrupaciones físicas o aldeas se dieron alrededor de pozos de agua y de ríos, infraestructura básica urbana. Las formas urbanas se darían con carácter religioso alrededor de oratorios o con orientación hacia objetos divinos, que podrían ser la luna, el sol u otro, hecho importante en la historia de las ciudades, como las mayas y las cristianas. También se establecerían las relaciones de poder y el divorcio entre ciudad y campo, que daría como efecto las segregaciones y la construcción de ciudades amuralladas.
Las fuerzas de producción van a desarrollar los regímenes esclavistas, que son los que existen cuando Cristo nace. La cultura griega esclavista, predecesora de otra igual, la romana, establecería las bases del urbanismo formal con la Acrópolis y el Ágora de las asambleas y los dioses. Como Atenas, conformada por una serie de edificios amontonados sin orden, pero diseñados en base a una Regla de Oro, la de la belleza Clásica. Siendo el Ágora un elemento urbano importante que posteriormente se convertiría en el Foro Romano y en la Plaza Cristiana Medieval o la de San Pedro en Roma.
En el Medievo se dan esas ciudades cristianas, las feudales. Eran amuralladas, en forma de “plato roto” y plaza con castillo y catedral adentro. Sin embargo, nuestras ciudades cristianas son las barrocas coloniales, que se formarían alrededor de una plaza y retícula romana, según las ordenanzas de Felipe II: “La Plaza Mayor, de donde salen cuatro calles principales, trazadas a cordel y regla de norte a sur y de este a oeste. Para el templo de la iglesia mayor, parroquias y monasterios se señalen los solares después de la plaza y que sean de isla entera para la comodidad y el ornato”: Antigua Guatemala.