El urbanismo maya

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Mientras que otra pone el acento en un crecimiento desmedido de la población, que empezó a ejercer demasiada presión sobre la tierra y la producción de alimentos. Estas hipótesis son probablemente ciertas, aunque no bastan para explicar la decadencia de los centros teocráticos.

A éstas quizás se aunaron las contradicciones internas de la sociedad teocrática. El poder y la autoridad estaban en manos de un grupo de nobles y sacerdotes que imponían al pueblo fuertes cargas tributarias en trabajo y especie. Así, ese pueblo pudo haberse levantado en una sangrienta rebelión, o bien emigrar en masa hacia otras tierras.

A todo esto se une el hecho de que Teotihuacán, saqueada y reducida a cenizas por fuerzas desconocidas, entre los años 700 y 750 a. C. dejó de mostrar su influencia en el área maya. Su prosperidad económica y cultural se detuvo bruscamente para dar paso a Xochicalco y posteriormente a los Toltecas, en el dominio del Valle de México.

Cien años después de la destrucción de Teotihuacán, los centros mayas como Tikal entraron en crisis comenzando a perder su capacidad de alimentación debido al espolio de la tierra para la construcción de templos que más que todo eran sitios de investigación astronómica. Se despoblaron y sus ciudades fueron invadidas por la selva.

Posteriormente desde los años 1500 d. C. se han dado teorías y criterios que fundamentan propuestas de intervención en zonas de patrimonio con valor natural y edificado. Por lo tanto, se deben establecer bases metodológicas que contribuyan a solucionar la problemática del territorio y la ciudad. Por consiguiente, se debe de conocer la evolución de la ciudad y particularmente sus inmuebles identificando sus valores dentro de la estructura.

El desarrollo económico del país queda pues englobado dentro del ámbito del urbanismo. Los planes de desarrollo económico se valen de empleos, establecer nuevas industrias y negocios. Se debe rehabilitar lo que es salvable y dar una nueva orientación a lo que no se puede salvar. El desarrollo económico, sin embargo, debe llegar a los trabajadores en especial a los indígenas, en donde el habitante no vive sino que sobrevive bajo circunstancias que no aseguran adecuados estándares de vida. Y limitar más el crecimiento que acentúan la macrocefalia y la centralización, ya que la Ciudad de Guatemala es 16 veces mayor que la segunda ciudad que es Quetzaltenango.

ESCRITO POR:

Alfonso Yurrita Cuesta

Arquitecto con estudios de urbanismo en Land Reform Training Institute, Taiwán / Lincoln Institute of Land Policy, Inc., EE. UU. Director de la Unidad Planificación Urbana Municipalidad de Guatemala. Desarrolló el Plan Regulador de Antigua Guatemala.