En planificación, los proyectos se encuentran en el nivel operativo enmarcados dentro de programas que son el nivel táctico, los que obedecen al nivel estratégico de las personas, instituciones y/o empresas. Contribuyen a cumplir la visión planteada en los planes estratégicos.

Es importante que cuando se elabore un proyecto, cualquiera que sea la naturaleza del mismo: de inversión o social, se tenga una visión prospectiva que visualice la obtención de beneficios, o ingresos que sean tangibles y que aseguren la sostenibilidad de los mismos. La diferencia fundamental de los proyectos de cualquier otra iniciativa o negocio radica en que los proyectos tienen un horizonte de vida útil, con una fecha definida de inicio y de finalización, lo que obliga a evaluaciones periódicas para abrir nuevos ciclos mejorados, si es que se ha tenido éxito,  o decidir el cierre de los mismos cuando no se han producido los resultados que se esperaban.

Los proyectos tienen tres etapas bien definidas: preinversión, inversión y postinversión. La preinversión implica realizar una serie de estudios  que se concluyen con una evaluación exante para asegurar que la inversión realmente vale la pena. Dentro del presupuesto del Gobierno se permite colocar fondos para preinversiones de los proyectos, pero las instituciones no hacen uso de estas herramientas e improvisan proyectos que tienen fuerte carga política, que urge realizar porque tienen fuerte carga de clientelismo, buscando asegurar el triunfo en las próximas elecciones, lo que en el último período democrático  nunca ha ocurrido, pues tenemos en Guatemala tradición de no repetir partidos en el Gobierno.

Lamentablemente se han desarrollado proyectos con poca investigación y análisis, muchas veces con fondos donados o prestados por organismos internacionales, de los que en realidad se duda del interés genuino por buscar el desarrollo de países como el nuestro, pues a los países desarrollados muy en el fondo  les interesa que mantengamos nuestro subdesarrollo para permitirles a ellos mantener su nivel y el control de sus países de traspatio.

Es beneficioso para el país realizar una verdadera reingeniería estatal, y eliminar o fusionar ministerios que tienen poca relevancia, para buscar que sean más productivos y trabajar bajo el enfoque de proyectos a favor del verdadero desarrollo de la Nación.

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