Valores históricos
Por ejemplo, tenemos esta síntesis del manuscrito del profesor José Antonio Artusi, de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo del Uruguay, sobre conservación de ciudades y centros históricos que es una buena guía metodológica —que les cae bien a otros centros—.
Empezaremos, como dice el estudio: “Debe implementarse un programa de información general que comience en la edad escolar”. “La conservación de ciudades y áreas urbanas históricas solo puede ser eficaz si se la integra en una política coherente de desarrollo económico y social —algo que aquí no les interesa, dicen—, solo pueden ser eficaces si se la toma en consideración en el planeamiento territorial y urbano en todos sus niveles… Los valores a preservar son el carácter histórico de la ciudad o conjunto y la suma de elementos materiales o espirituales: que determinan su imagen, especialmente:
a) la forma urbana definida por la trama y sistema parcelario…
b) la relación entre los diversos espacios urbanos…, la forma y el aspecto de los edificios, interior y exterior, definidos a través de su estructura, volumen, estilo, escala, materiales, color y decoración.
c) las relaciones entre la ciudad y su entorno, natural o creado por el hombre
d) las vocaciones diversas de la ciudad adquiridas a lo largo de su historia
Todo ataque a estos valores comprometería la autenticidad de la ciudad histórica. La participación y el compromiso de los habitantes de toda la ciudad son indispensables para llevar a cabo la conservación con éxito. Deben, por lo tanto, ser promovidos bajo cualquier circunstancia y favorecidos por la necesaria toma de conciencia de todas las generaciones. No debe olvidarse jamás que las ciudades y áreas pertenecen a sus habitantes…
Las intervenciones en un barrio o en una ciudad histórica deben realizarse con prudencia, método y rigor, evitando todo dogmatismo pero teniendo en cuenta los problemas específicos de cada caso particular…
…La planificación de la conservación de las ciudades y barrios históricos debe ser precedida por estudios pluridisciplinarios. El plan de conservación debe comprender un análisis de datos, particularmente arqueológicos, históricos, arquitectónicos, técnicos, sociológicos y económicos. Deben definir las principales acciones en el plano jurídico, administrativo y financiero.
El plan debe determinar los edificios o grupos de edificios que deben protegerse, conservar, o los que pueden destruirse. El estado de los sitios debe estar documentado. Se han de adoptar medidas preventivas contra las catástrofes naturales y las diversas perturbaciones…”.