URBANISMO Y SOCIEDAD

Volvieron los terremotos cerca de nosotros

|

Últimamente hemos estado sujetos a una serie de sismos dentro de los cuales están los que se han producido en los estados mexicanos, muy cerca de nosotros, en el estado de Chiapas. Fue un movimiento de placas ocasionado por una fractura telúrica ocurrida del jueves 7 de septiembre. Tuvo una magnitud de 8.2 al suroeste de Pijijiapan (Chiapas). El sismo se percibió en el centro y sureste de México, así como en Guatemala, El Salvador, Honduras.  Fue un movimiento de placas ocasionado por una fractura telúrica ocurrida el jueves 7 de septiembre. Tuvo una magnitud de 8.2 —8.1 Mww, según el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS)—. El epicentro se ubicó en el golfo de Tehuantepec, 137 kilómetros al suroeste de Pijijiapan (Chiapas), y a 69.7 km de profundidad. El sismo ocurrió apenas 12 días antes del terremoto de Puebla (M 7.1), otro más  cerca de nosotros lo cual ya es preocupante por no existir acciones del Estado.

Chiapas está dentro de tres placas que nos atañen, pues la de Cocos está a todo lo largo del Pacífico, con un registro de 15 sismos diarios, en que se contemplan los de magnitud mayor a 2.0 en la escala de Richter, causante del terremoto de San Marcos. El estado de Chiapas se encuentra en la zona donde ocurre un contacto convergente entre la placa Norteamericana, esta última dentro del territorio de Guatemala, en especial a lo largo del Motagua, que fue la que generó el terremoto de Guatemala en 1976. Este causó daños a las estructuras de adobe, bajareque, mampostería y de concreto mal reforzado; en síntesis, la mayor parte de los daños se debió a los defectos por las malas prácticas de construcción y la mala calidad de los materiales de construcción, que aún se siguen viendo. Además, sin estudios del tipo de suelo según el tamaño, forma, profundidad y resistencia para las fundaciones. Durante el tiempo que lleva como alcalde Álvaro Arzú, se han establecido 18 asentamientos que han generado problemas de violencia, deslaves, derrumbes, o ubicados en zona de riesgo, como los del puente Belice, donde se han permitido construcciones endebles. En la protección de riesgo, se deben cambiar los usos de suelo de las zonas que ocupan los asentamientos, que se deberían trasladar o no continuar incentivándolos al proporcionarles más servicios, con el consecuente aumento del riesgo a que están expuestos.

Ahora es Costa Rica donde se ha producido un fuerte terremoto de magnitud 6.5. No hay daños significativos. Otra vez la falla de Cocos. El sismo tuvo su epicentro en el océano Pacífico, a 19 kilómetros al sur de playa Jacó, localidad de la provincia de Puntarenas, con una profundidad de 19 kilómetros, según la Red Sismológica Nacional (RSN). Consecuencias: Desde 1976, en Guatemala, el terremoto tuvo un deterioro de las condiciones de vida de los campesinos y de las poblaciones pobres urbanas. ¿Qué medidas son tomadas para que las áreas de barranco que no llenen los requisitos de habitabilidad sean conservadas y no sean invadidas? Pues se continúa con la falta de políticas sociales de vivienda, que han agudizado la situación de millones de pobladores en busca de un lugar para vivir, pues muchos de los desarrollos habitacionales se hacen en zonas de riesgo y sin planes, a pesar de que existen fuentes de información que se obvian, habiendo mapas regionales de las amenazas naturales como las establecidas en el simposio del terremoto de 1976, donde el geólogo S. Bonis pronosticó: “Es posible que haya otro terremoto dentro de 60 años”. ¿Sabrá algo de esto el presidente Morales?   

alfonsoyurritacuesta@gmail.com

ESCRITO POR:

Alfonso Yurrita Cuesta

Arquitecto con estudios de urbanismo en Land Reform Training Institute, Taiwán / Lincoln Institute of Land Policy, Inc., EE. UU. Director de la Unidad Planificación Urbana Municipalidad de Guatemala. Desarrolló el Plan Regulador de Antigua Guatemala.

ARCHIVADO EN: