REGISTRO AKÁSICO
Vuelve la burra al trigo
Marx, en el 18 Brumario, afirma que cuando Hegel dijo “la historia se repite” le faltó agregar que una vez como tragedia y otra como farsa. Chiapas se conmocionó en 1994 con una manifestación campesina en San Cristóbal de Las Casas. México sufría un ajuste estructural, al abandonar el régimen de partido único, pero no instalaba uno nuevo. La protesta burocrática se alió a esa demostración campesina, presentada como Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Algunas fuerzas de izquierda fueron confundidas, impidiendo a Cuauhtémoc Cárdenas obtener una votación que le permitiera derrotar al PRI y al PAN. En adelante, los neozapatistas aparecieron en todo evento electoral, saboteando el voto por la izquierda; lo que permitió, que ganara el partido de derecha, PAN, y luego, el PRI.
A los dirigentes zapatistas se les presentaba como feroces guerreros; sin embargo, jamás hubo combates con el ejército mexicano. Al contrario, se organizaron viajes turísticos para conocer al subcomandante Marcos y oposición insustancial al TLCAN. Se promovió la ideología anarquista llamada “autonomía y educación indígena”. En contra se reprimieron las bases organizadas de campesinos que habían conseguido establecer empresas económicas y poder local dispuestas a participar dentro del bloque político de izquierda que alcanzara el poder nacional.
No se trata de una teoría conspirativa, sino de posicionamientos aprovechados por el poder establecido, para mantener la hegemonía. Así como, impedir la formación de un bloque ideológico de izquierda que los desplace.
En Guatemala se repite como calco esa “insurrección”. Con sus “comandantes y subcomandantes”, todavía no se han presentado las “comandantas y subcomandantas”, pero ya aparecerán. Harán manifestaciones desde la “selva de Huehuetenango” y hablarán desde la tribuna de oradores del Congreso, como en México. Pastores y obispos llamarán a la calma. Académicos norteamericanos y europeos de tendencia anarquista con bastante solvencia económica patrocinarán visitas y apoyarán la gestión del “territorio”. Todo igual, pero con un incremento de situaciones humorísticas.
En efecto, ya circulan videos donde los dirigentes del FAC (Fuerzas Armadas Campesinas) amenazan con una guerra parecida a la del Estado Islámico. En uno, el “subcomandante” Toledo, que según Édgar Gutiérrez está vestido con ropa de una boutique de la zona 14. Más propio es de una tienda de deportes, sita en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, donde obtuvo la camisa y un chaleco de cacería, con precio de $600 M. N. mexicana. El epicentro es San Mateo Ixtatán, vecino a la zona zapatista chiapaneca. De allí partirán las marchas campesinas, acuerpadas por los comprensivos oenegistas que no desean un “nuevo conflicto”.
Patética es la presentación del comandante Pérez Ramírez, rodeado de siete colegas suyos que no alcanzaron a comprar ropa. Un revólver y una pistola automática 45, con tres rifles de cacería completa la escena.
Aparte, la representante de la Unión de Cámaras de Expertos ¿Europeos? en Kissimme, Florida, una “periodista” cubana, Bárbara Hernández, de Orlando, cerca de Disneyworld, relata la “invasión” del ejército a la aldea Ixquisis. Ignora la presencia continua del destacamento de guardia fronteriza en ese lugar. Ya dirá que la caída allí del helicóptero, donde falleció el jefe del Estado Mayor, general Rudy Israel Ortiz Ruiz, en el 2014, se debió a una acción militar; según su fuente en el infierno, misma que le informó sobre la marca de 666 en la candidata socialdemócrata a la presidencia, durante las pasadas elecciones.
http://registroakasico/wordpress.com