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“No puedes especular con el dinero del negocio”: Las dificultades de los comercios en El Salvador para cobrar con bitcóin

Según el sector privado salvadoreño, la mayoría de los comercios aún no están listos para realizar transacciones con bitcóines. Impera desconfianza por los riesgos ante la volatilidad.

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Aunque operar con bitcóines es opcional, los comercios en El Salvador no han encontrado el valor del medio de pago en su operación diaria, según líderes gremiales. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Aunque operar con bitcóines es opcional, los comercios en El Salvador no han encontrado el valor del medio de pago en su operación diaria, según líderes gremiales. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Un mes después de que entró en vigor la Ley Bitcóin, en El Salvador, la mayoría de los comercios “no están listos” para recibir esta criptomoneda en sus operaciones diarias, pues además de la falta de un reglamento, existen dificultades técnicas que impiden concretar las transacciones, lo que se suma a la falta de información y capacitación, observa la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal) que agrupa a 2,500 comercios, que representan el 30% de la fuerza laboral del país.

El presidente de la Camarasal, Jorge Hasbún, explica que hay mucha desconfianza y “nadie quiere que la venta del día, al pasar al banco, desaparezca”.

Tras el anuncio sorpresivo de la Ley y su aprobación inmediata, sin consulta con sectores productivos del país, este gremio solicitó quitar la obligatoriedad de recibir transacciones con bitcoines Y
aunque la ley, en su artículo 12, exime a quienes no cuenten con la tecnología suficiente, al no existir un reglamento, no se sabe qué es “tecnología suficiente”, señala como ejemplo el líder de los comerciantes.

A su vez, el presidente de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), Eduardo Cader, menciona que luego de la entrada en vigor de la ley, el 7 de septiembre, “ha existido cualquier cantidad de dificultades entre las personas que han querido adoptar el bitcóin como forma de pago”.

Ante la polémica que sigue causando la ley que considera al bitcóin como una moneda de curso legal en El Salvador, Jorge Hasbún expone que “no puedes especular con el dinero que necesitas para pagar la planilla, pagar proveedores y operar tu negocio”, se trata de temas distintos: “Una cosa es que tengas un negocio, y tu perfil sea comprar mercaderías y venderlas o preparar alimentos y servirlos, y otra cosa es un negocio especulativo de un criptoactivo volátil, como lo es bitcóin”.

Para el líder de la ASI, la transacción con criptoactivos “es más para las personas que invierten que para el uso de la vida diaria. La volatilidad no deja de generar pérdidas, por un lado, quizá ganancias para otros, pero no para el empleado que se sostiene con un salario mínimo”.

“Hay que informarse”

La Cámara de Comercio ha pedido que se derogue ese ordenamiento y que exista una ley de fomento a nuevas tecnologías, y dentro de ésta se fomente el uso de criptoactivos y de bitcóin, pero “que se haga en un proceso de nación, en conjunto con las personas, no impuesto”.

Pero como “aparentemente” la ley no va a cambiar y como está vigente, la Camarasal está dando opciones técnicas y capacitación a sus socios, pues la ley no obliga a usar la WalletChivo, y existen muchas otras billeteras digitales con eficiencia probada para este tipo de transacciones.

El líder de los comerciantes enfatiza que no se oponen a la inclusión financiera y al proceso de evolución tecnológica, pues saben que las criptomonedas reales, como el criptodólar o el criptoeuro sí llegarán, pero si primero existe educación y tecnología “será mucho más fácil implementar la digitalización financiera”.

En voz de su coordinadora de Estudios Técnicos, Karla Méndez, la Camarasal invita a los comercios a permanecer informados, evitar poner en situación de fluctuación o volatilidad todos los ingresos, buscar alternativas que den convertibilidad inmediata, y “si su giro no es estar comerciando con monedas o jugar a la volatilidad, que no entren en ese juego”.

En alianza con Forbes Centroamérica