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OIT: Es posible que el mundo se mueva a un escenario laboral con pandemia permanente

A corto y medio plazo el mundo no se movería hacia un escenario laboral pospandemia, sino hacia uno con pandemia permanente, lo condicionaría el futuro, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

La OIT estima que en Guatemala poco más del 50% de los empleos están en riesgo alto, es decir, alrededor de 3.5 millones de empleos ubicados en los sectores económicos que se prevé sean los más afectados por la crisis económica. (Foto Prensa Libre: EFE)

La OIT estima que en Guatemala poco más del 50% de los empleos están en riesgo alto, es decir, alrededor de 3.5 millones de empleos ubicados en los sectores económicos que se prevé sean los más afectados por la crisis económica. (Foto Prensa Libre: EFE)

Carmen Moreno, directora de la Oficina de la OIT para América Central, Haití, Panamá y República Dominicana, opinó que un elemento decisivo para superar la crisis será la articulación de las políticas de empleo y las políticas de recuperación económica.

Además, promover el diálogo social permitiría mayor pertinencia y legitimidad de las políticas, así como gestionar conflictos y balancear los pactos sociales post-pandemia, refirió Moreno.

En entrevista para Prensa Libre, la directora de la OIT explica a detalle la visión del ente internacional en el mercado laboral guatemalteco.

¿Podría actualizarnos cómo observa la OIT el panorama de los trabajadores en Guatemala debido a la crisis sanitaria que aún no termina?

La crisis actual es una crisis sin precedentes, pues combina shock inmediato de oferta con la fuerte reducción posterior de la demanda agregada. Cualquier intento de estimar sus impactos en la economía y el empleo se arriesga a quedar impreciso, incompleto.

En otras palabras, es difícil contar con medidas relativamente precisas de los impactos en el empleo y otras variables del mercado de trabajo.

Guatemala recibe esta crisis de origen sanitario con problemas estructurales en el mercado laboral y una economía que venía presentando un crecimiento económico moderado y estable, cercano al 3.6%.

Debido al impacto de la pandemia del COVID-19, las últimas proyecciones del Banco Mundial estiman una contracción del -1.8% del PIB en 2020 (siendo la agricultura la más afectada con un -2.3% de contracción), seguida de una recuperación de 4.4% en 2021 (recuperación en forma de “V”).

¿Cuál es la estimación en pérdida de empleos para Guatemala?

La OIT estima que en Guatemala poco más del 50% de los empleos están en riesgo alto, es decir, alrededor de 3.5 millones de empleos ubicados en los sectores económicos que se prevé sean los más afectados por la crisis económica: servicios, comercio, hoteles y restaurantes, e industria manufacturera.

El empleo informal es particularmente vulnerable a esta crisis. La mayoría de las personas trabajadoras informales no tienen acceso a servicios de salud de calidad y están más expuestas al contagio; con ingresos bajos, cuentan con limitada capacidad de ahorro para hacer frente a períodos prolongados de inactividad (en Guatemala, cerca de 75% de la población ocupada tiene un empleo informal).

Asimismo, la vulnerabilidad de los hogares en pobreza y sin protección social podría generar un aumento en la tasa del trabajo infantil y el trabajo adolescente peligroso.

Guatemala se encuentra en el pico más alto de la pandemia, los casos aumentan todos los días y las fases de reapertura económica aún no están claras, porque no se logra aplanar la curva.

¿Cómo analiza el tema laboral la OIT en los países que aún se encuentran en este mismo panorama?

Es posible que a corto y medio plazo el mundo no se mueva hacia un escenario laboral pospandemia, sino hacia un escenario laboral con pandemia permanente.

En este sentido, la seguridad y la salud en el trabajo deberán adquirir una nueva dimensión, en la cual la contención del virus y la salud laboral serán condición sine qua non para garantizar la supervivencia de las empresas.

En el contexto de una reapertura segura para la población en general y con seguridad y salud en el trabajo en particular, es fundamental que los países dispongan, extiendan o mismo fortalezcan medidas de apoyo a las empresas y de protección de los empleos y los ingresos.

Por otro lado, es tiempo también de profundizar la discusión y definición de medidas de políticas para una reactivación con transformación de la producción y el empleo, que ponga en valor el mercado de trabajo para el desarrollo inclusivo con trabajo decente, así como para crear un mejor futuro del trabajo post-Covid.

¿Qué estrategias son las que se podrían implementar?

Políticas de clústeres para la transformación productiva, acciones para reducir brechas educativas y de calificaciones, medidas para mejorar las políticas de empleo y de inserción laboral, acciones para adecuar la legislación laboral y hacerla más resiliente ante choques y la aceleración tecnológica, y políticas para promover la formalización, son ejemplos de acciones que deben formar parte de estrategias nacionales de recuperación de la crisis.

Por lo tanto, la puesta en marcha de estas estrategias requiere de mejores diseños institucionales de las políticas socio laborales y el reforzamiento presupuestario de programas de protección social y mercado de trabajo.

Finalmente, indicar que el Diálogo Social Tripartito es una herramienta importante en la actual respuesta a la crisis en Guatemala. Promover el diálogo social permitiría mayor pertinencia y legitimidad de las políticas, así como gestionar conflictos y balancear los pactos sociales post-pandemia.

El Gobierno de Guatemala implementó 10 programas de ayuda económica para la población afectada por el coronavirus, entre ellos uno de Fondo de Protección al Empleo que tiene como objetivo proteger los puestos de trabajo al otorgarles Q75 diarios a los empleados suspendidos, sin embargo, existe el riesgo que este fondo se pierda porque no hay estimulo de las empresas por suspender a sus empleados.

¿En el tema de la protección al empleo, qué recomienda en este caso la OIT?

Es importante diferenciar las medidas de protección del empleo de las medidas de protección a los ingresos que muchos países en la región están implementando.

Esto últimos buscan compensar la pérdida de ingresos laborales derivados de la paralización de las actividades económicas y garantizar un flujo mínimo de efectivo hacia las personas/hogares en el marco de las acciones de atención a la crisis.

Por otra parte, los programas que buscan salvaguardar los puestos de trabajo en riesgo por la crisis económica deberían integrar acciones en diversas dimensiones, desde la políticas fiscales activas y una orientación flexible de las políticas monetarias, hasta la inclusión de préstamos y ayudas financieras a sectores específicos con el objetivo de estimular la economía y el empleo.

En el corto plazo, ofrecer a las empresas ayuda financiera/fiscal y otros medios de alivio es clave para proteger a los empleos.

¿Considera que es una buena medida este tipo de programas cuando el mercado laboral no es estable, y donde la informalidad alcanza un 70%?

Uno de los principales retos para países con mercados de trabajo en que los empleos en la economía informal son la mayoría, es establecer medidas de apoyo y alivio de la crisis a empresas de la economía informal, así como de ampliación de la cobertura de la seguridad social para colectivos poblacionales de difícil cobertura.

La invisibilidad de estos sectores y puestos de trabajo, complejizan el alcance de las medidas para una proporción importante de empresas y personas. Aplicar una combinación de medidas pertinentes para un sector tan heterogéneo como el informal es un reto clave a abordar por los hacedores de política pública.

Existe inquietud entre los legisladores del Congreso de la República de Guatemala en reorientar y modernizar algunas leyes laborales, incluida una de teletrabajo, que se adapten precisamente a este tipo de situaciones.

¿Cuál sería su recomendación en la línea de qué políticas públicas son en las que se deberían de enfocar los esfuerzos?

El teletrabajo se viene aplicando en los países como una respuesta frente a las medidas de confinamiento, restricción de circulación de las personas y el corte de actividades de los centros de trabajo, originadas en la pandemia de la COVID-19.

Algunos países contaban con legislación y reglamentos. En meses recientes algunos países han dictado leyes especiales de teletrabajo y en otros casos se ha habilitado y promovido su utilización en el sector privado y público.

La legislación debe regular y definir sus características, requisitos, derechos y obligaciones, utilización de equipos para la prestación de servicios, previsiones de seguridad y salud en el trabajo, el seguimiento de la prestación de servicios, incluyendo la comunicación y resultados del trabajo, entre otras materias específicas de esta modalidad, así como su distinción de otras.

El teletrabajo se viene aplicando en los países y mantendrá vigencia en la reapertura gradual de las actividades económicas y en la organización laboral.

En este sentido, es importante que la regulación normativa incorpore la figura contractual en concordancia con la legislación y política laboral del país, establezca definiciones y modalidades de teletrabajo y trabajo a distancia y su aplicación en el sector privado y público, así como permita el desarrollo de reglamentos y guías prácticas.

La pandemia tendrá un antes y un después en el panorama laboral. ¿Cómo deberán abordar los países el tema y hacia dónde encaminar los lineamientos para no caer en un abismo de precariedad laboral?

Todas las crisis además de retos traen aparejadas oportunidades. Aprovechar el potencial para impulsar cambios estructurales dependerá de las medidas tomadas en el marco de la crisis y su coherencia con la fase de recuperación post-crisis. Las crisis económicas ponen aún más en evidencia las brechas de trabajo decente en los países y tienden a ampliarlas.

Concentrar los esfuerzos de política en aquellos en condición de mayor vulnerabilidad es fundamental para que estas brechas no se amplíen más: población indígena, jóvenes, mujeres, tienden a ser los más golpeados por los efectos negativos en el mercado laboral.

Un elemento decisivo será la articulación de las políticas de empleo y las políticas de recuperación económica. Promover una recuperación económica rica en empleo será clave fundamental para seguir la senda del desarrollo.

En el tema migratorio ¿Cómo analizan el panorama, puede cambiar la tendencia de cómo se analizaba a principios de este año?

Por su posición geográfica y sus características socioeconómicas Guatemala es un país de origen, tránsito, destino y retorno de migrantes, en ese contexto los efectos del COVID-19 tienen también un impacto en las migraciones.

Las remesas, según datos del Banco de Guatemala, cayeron aproximadamente un 20% para los meses de marzo y abril del 2020, lo cual tiene un efecto directo en el nivel de ingresos de los hogares de comunidades receptoras.

Los eventos de retorno o deportación de guatemaltecos desde México y Estados Unidos en los meses recientes ha sido inconstante, en el caso de Estados Unidos los vuelos fueron suspendidos y reanudados recientemente, lo cual hizo evidente la necesidad de que tanto países de destino como países de origen, tomen medidas para garantizar la salud de las personas que retornan realizando pruebas del COVID-19 antes de partir y al momento de llegar, para garantizar su salud o bien administrar el tratamiento y la atención adecuada en caso ser positivo al COVID-19.

Es importante desenraizar la idea de que un trabajador migrante es sinónimo de portador del virus, evitando así ser estigmatizados o discriminados.

La pandemia del COVID-19 evidencia también la importancia de la movilidad humana en el equilibro de las necesidades de oferta y demanda sobre bienes y servicios en los mercados de trabajo ya que, aún en el contexto de la pandemia, trabajadores guatemaltecos han viajado al exterior.

¿Cómo se encuentra la situación de trabajadores guatemaltecos en el extranjero?

Información proporcionada por el Ministerio de Relaciones Exteriores da cuenta de que, del 16 de abril al 11 de junio del 2020, un total de 5,065 trabajadores guatemaltecos han viajado al exterior, específicamente a Canadá (96%) y Estados Unidos (4%), respectivamente.

En ese sentido es importante garantizar entornos de trabajo con medidas de salud y seguridad ocupacional adecuadas en los lugares de destino, en los cuales hay demanda de trabajadores migrantes.

El Minex ha manifestado el interés de ampliar las oportunidades laborales de guatemaltecos en el extranjero siendo parte de su política exterior ubicar en otros países oportunidades laborales para guatemaltecos (as), como parte del plan de recuperación económica y bajo el concepto de migración regular y ordenada.

¿Cómo debería ser el trato hacia los trabajadores migrantes?

Los trabajadores migrantes realizan contribuciones importantes a las sociedades y en las economías desempeñando trabajos esenciales en los sectores de la atención de salud, servicios de agricultura, industria agroalimentaria y construcción.

Aun cuando se imponen medidas restrictivas a la movilidad, miles de trabajadores siguen buscando trabajo en el extranjero. Ahora más que nunca la contratación equitativa y la protección de la salud y la seguridad en el trabajo que promueve la OIT es una garantía para el trabajo decente de las y los trabajadores migrantes.

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