Algo que me han ensañado los emprendedores es que al momento de tomar la decisión de iniciar un nuevo negocio, se convierte en un sueño que lo acompañan de pasión, resiliencia y diligencia por desarrollar su producto y/o servicio, lográndolo con los siguientes pasos:

1. Para disminuir el temor al fracaso, identifican y mitigan los riesgos:

• a. Aprenden de los fracasos de otros.
• b. Los que se encuentran en la fase inicial, validan sus ideas con el mercado y evalúan la viabilidad de su producto o servicios, utilizando metodologías como design thinking, PMV.
• c. Los que se ya se encuentran comercializando, investigan constantemente y analizan el comportamiento del consumidor, su competencia, así como el contexto actual del país.
• d. Analizan el retorno de su inversión.

2. La innovación se vuelve parte de su ADN, ya que evalúan y aplican modificaciones a su producto o sus modelos de negocio para posicionarse en el mercado.

3. Diseñan un modelo de negocios y se preparan para los cambios que se puedan presentar en el mercado.

4. El pitch es un elemento clave y estratégico dado que los prepara para la atracción de clientes o bien inversionistas.

5. Desarrolla un networking permanente, creando redes de contacto y aprovecha cualquier oportunidad.

6. Finalmente, formaliza su emprendimiento en búsqueda de oportunidades internacionales.

Actualmente tengo el honor de acompañar el programa “Emprende y Exporta”, el cual es la primera etapa de La Ruta para la internacionalización de Agexport, y el cual está conformado por tres fases: emprendedor potencial, naciente y establecido.

Su ingreso a las fases inicia con un diagnóstico, en el que se evalúa su nivel de desarrollo y según el resultado se les orienta con el diseño de un plan de negocios que incluye inteligencia de mercados, diseño de propuesta de valor, estrategias comerciales y herramientas digitales.

Durante todo el proceso recibe acompañamiento de un coach de emprendimiento, así como orientación del área legal en la formalización y registro como empresa. Al finalizar el programa se reconoce a los mejores emprendimientos y con el apoyo del proyecto MCC+ de la Unión Europea se les apoya con un capital semilla para impulsar sus negocios.

Claro, el camino no es fácil. También he aprendido y acompañado en los retos más importantes para el emprendedor y es que, aunque han sido valientes de enfrentar los cambios de una pandemia adaptando sus modelos de negocio al nuevo normal y aprovechando el comercio electrónico, se ven afectados por algunas instituciones que aún no agilizan sus procesos y mejoran los tiempos en los registros sanitarios de alimentos, cosméticos, medicamentos, aprobación de marcas o bien, trámites de licencias ambientales.

Una fuerte debilidad de los emprendedores es la falta de recursos financieros para iniciar sus proyectos y no tener acceso a fuentes de financiamiento con bancos debido a los requisitos que les exigen.

Es importante que las instituciones del Estado puedan evaluar sus procesos y se invierta en tecnología para mejorar los tiempos de los registros que ayuden a los emprendedores a ingresar a mercados formales, lo cual es clave para generar confianza en el consumidor.

Por último, es urgente un modelo financiero para que los emprendedores que tienen planes de negocio innovadores y competitivos puedan acceder a fuentes de financiamiento, porque definitivamente impactaría en el desarrollo del país.

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Rosy Dardón es jefe Ruta para la Internacionalización Agexport.
Correo electrónico: rosy.dardon@agexport.org.gt