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Se instalarán una estación meteorológica en cada municipio del país, y se colocarán en las municipalidades, gobernaciones, las agencias de correos, estaciones de la Cruz Roja o de bomberos de cada localidad. Estos aparatos no necesitan de luz eléctrica para funcionar, pues lo hacen con luz solar, y recogerán información relacionada a lluvia, rocío, viento, radiación y humedad.
El Insivumeh se encargará de proveer del equipo, así como de la instalación del mismo, también dará la asesoría técnica y científica, y del mantenimiento de las unidades. Mientras que las entidades donde estas serán colocadas se ocuparán de compartir el servicio de internet para transmitir los datos, los cuales se actualizarán cada 15 minutos.
La primera estación que se instaló se encuentra en la zona 5 capitalina, hasta ahora van 97 instaladas, que están en municipios de Chimaltenango, Sacatepéquez, San Marcos, Escuintla, Retalhuleu y Quetzaltenango.
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Las estaciones tienen veleta y anemómetro que permiten medir dirección y velocidad del viento, también tienen sensores de temperatura, de humedad relativa, de presión atmosférica, de lluvia, lo que permite ver el acumulado y promedio de agua que cae por hora en cada ciudad.
Necesidad de tecnificación
Hasta antes de iniciado el proyecto, el Insivumeh contaba con 64 estaciones convencionales, y para recopilar la información que estás generan personal del instituto las visita tres veces al día -seis de la mañana, al mediodía y a las seis de la tarde-, una labor que se torna complicada cuando la lluvia es torrencial, de esa cuenta, no se pueden obtener los datos de manera oportuna. Dicha información es transmitida vía telefónica, y cuando la señal es deficiente, está llega con horas de diferencia. Además, no están instaladas en todo el territorio.
De acuerdo con Emilio Barillas, vocero del instituto, “con Clima 340 la información se automatizará, vamos a recibir en la instalación central la información cada 15 minutos, con estos se logra mejorar los pronósticos”, y se podrá conocer los microclimas que hay en cada región.
Las 64 estaciones convencionales continuarán en funcionamiento, pues estas miden parámetros que los nuevos aparatos aún no logran calcular, como humedad del suelo. Además, la información que recojan servirá para corroborar los datos que generen las unidades que se están instalando.
Barrillas indica que recibieron la asesoría de la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA, en inglés), de Estados Unidos, para adquirir los aparatos que son de origen estadounidense.
El proyecto Clima 340 comenzó con la instalación de las estaciones en noviembre pasado, sin embargo, no todas las municipalidades han abierto sus puertas para que sean ubicadas en sus sedes. El Insivumeh está en negociaciones con ellas, y mientras esto se logra, se espera concluir con la colocación de las unidades en cada municipio e agosto próximo.
“Se están firmando acuerdo con municipalidades, gobernaciones, con las agencias de correos, posiblemente también con Cruz Roja, donde están sus estaciones, y con los bomberos. No se necesita que haya alguien en el lugar, únicamente un espacio libre de 10 metros a la redonda, y que haya acceso a internet”, agrega el vocero.
Las instituciones que permitan instalar las unidades podrán tener acceso a los datos del clima que se generen, lo que les permitirá establecer acciones oportunas ante cualquier desastre natural en su jurisdicción.
David De León, vocero de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), señala que tener mayor información meteorológica permitirá al Insivumeh desarrollar pronósticos que luego traslada a la coordinadora para realizar los análisis de riesgo. “Esta información técnica-científica también fortalece la toma de decisiones de las autoridades. El contar con pronósticos específicos de cada región, de cada municipio del país, fortalece enormemente al Sistema Conred en general”, dice.
Prevención de desastres
Barillas señala que con la información que generen las nuevas estaciones se podría prever tragedias como la ocurrida en varios municipios por las tormentas que ingresaron al país el año pasado, pues se podría conocer con antelación por la velocidad y dirección del viento y de otros parámetros, en qué lugares las lluvias serían más intensas. Esto permitiría generar alertas oportunas para que la población se preparé, incluso, a evacuar las áreas con antelación.
“Por ejemplo, en Izabal llovió 280 milímetros, y esa es la lluvia que tenía que haber caído en cuatro meses, y lo hizo como en cinco días. Si hubiéramos tenido este equipo esto se hubiera detectado, y dado la alerta”, agrega.
Como parte del proyecto también se lanzó la aplicación móvil Mi Clima GT, por medio de la cual la población podrá tener detalles del pronóstico del clima en tiempo real, además del reporte sismológico e hidrológico, tendrá visión satelital del territorio nacional.
El que los guatemaltecos tengan acceso al reporte diario del clima desde sus teléfonos inteligentes es beneficioso y fomenta la cultura del pronóstico del tiempo, indica De León.
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El Insivumeh tiene cuatro estaciones que miden el índice de la calidad del aire en el país: Labor Ovalle, en Quetzaltenango; Finca La Industria, en Escuintla; Puerto Barrios, en Izabal, y Radiosonda, que está instalada en el Aeropuerto Internacional la Aurora.
La única que funciona es la que se encuentra en la capital, las otras necesitan reparación, que es costoso, y deben ser desarmadas y enviadas a Suiza para su compostura.
Las estaciones están equipadas con instrumentos de medición continua de los parámetros de dióxido de nitrógeno y nítrico, dióxido de azufre, monóxido de carbono, ozono y partículas menores de 10 micrones.
Dicha información permite conocer la cantidad de contaminantes que hay en el aire, lo que puede tener repercusiones en la salud de la población.