Comunitario

Preocupa descenso en calidad educativa

L a cobertura de educación primaria, lejos de aumentar durante el gobierno de Otto Pérez Molina, experimentó una dramática caída.

Luego de los terremotos en San Marcos, muchos niños aún reciben clases en salones comunales u otros espacios, según la PDH.

Luego de los terremotos en San Marcos, muchos niños aún reciben clases en salones comunales u otros espacios, según la PDH.

Según datos del Ministerio de Educación (Mineduc), este año fueron atendidos dos millones 373 mil estudiantes, lo cual contrasta con los dos millones 659 mil 220 inscritos en el 2009, lo cual significó un descenso de 286 mil 556 educandos.

Los expertos señalan que no solo los números son desalentadores, sino también la calidad educativa y el deterioro de la educación con pertinencia cultural.

El exministro de Educación Bienvenido Argueta manifestó que los avances más acelerados se han dado en el nivel primario, en comparación con los otros.

No obstante, señaló que la enseñanza en los ciclos básico y diversificado ha sido “lenta”, lo cual atribuye a que la “sociedad cínica” ha mantenido la jerarquización de la educación.

“Con eso me refiero a que la sociedad establece que los pobres no tienen derecho a llegar a la universidad y solo unos cuantos alcanzan el nivel superior”, señaló.

Argueta recomendó trabajar reformas educativas de “fondo” en este sector, para fortalecer la democracia y contribuir al desarrollo del país, pues en la actualidad los resultados de las pruebas de Lectura y Matemática son preocupantes.


La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) recién presentó el documento Informe de Revisión Nacional de la Educación para Todos en Guatemala 2000-2013, el cual muestra que en el período del 2000 al 2009 hubo un incremento histórico en la cobertura de educación primaria, con la participación del Mineduc, el sector privado, cooperativas y municipalidades.

En el 2000 había una matrícula de un millón 909 mil 389 estudiantes, que fue en aumento año tras año hasta alcanzar la mayor cifra en el 2009, con dos millones 659 mil 776 inscritos. En los siguientes dos años hubo un leve descenso, el cual fue mayor en el 2012, el primer año del gobierno de Pérez Molina, cuando la matrícula bajó a dos millones 556 mil 314.

Incremento

El aumento de la cobertura entre el 2000 y el 2008 se debe, según el documento, a las estrategias implementadas por el Programa de Autogestión para el Desarrollo Educativo (Pronade), que fue vital en el área rural para el Mineduc. También a las transferencias monetarias condicionadas y la gratuidad de la educación pública, que cobró vigencia con el acuerdo gubernativo 226-2008.

Solo en el 2011, el programa Mi Familia Progresa contabilizó un millón 638 mil 681 niños y adolescentes de 6 a 25 años que asistían a la escuela. En el 2013, unos 940 mil estudiantes de familias beneficiadas constituían el 37.9 por ciento de la matrícula de primaria, detalla el informe.

La elaboración e implementación de un nuevo currículo nacional base (CNB) de primaria promovió la diversidad cultural, la interculturalidad y el multilingüismo.

El informe reveló que, en el 2000, el 85 por ciento de estudiantes de primaria fue atendido por el sector público; el 15 por ciento, por el privado, y el resto, por cooperativas y municipalidades, mientras que en el 2013 el 89 por ciento fue atendido por el sector oficial, 11 por ciento por el privado y el resto, por las comunas.


El documento señala que entre los factores que han impedido incrementar la cobertura está que después de que se hizo oficial la educación gratuita los establecimientos no estaban preparados en estructura, equipamiento y recurso humano para recibir una matrícula “desbordada por las transferencias y la gratuidad”. Otro de los factores es la pobreza en la que viven las familias y la inserción de los niños al área laboral para contribuir al hogar.

Reacciones

Ana María Hernández Ayala, coordinadora del Departamento de Educación de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), expresó que a partir de los acuerdos de paz y del diseño de reforma educativa se ha mostrado interés en dar respuesta al incremento de cobertura en los diferentes niveles educativos.


“Todos han experimentado crecimiento de manera importante, mas no suficiente, y es el nivel primario el que mayor aumento evidencia porque 82 de cien niños asisten a la escuela primaria”, aseveró.

Sin embargo, afirmó, el informe de la Unesco muestra sensibles rezagos en materia de calidad educativa y la extensión de la cobertura hacia los niveles inicial, preprimario y medio, los que demandan esfuerzos sostenidos que contribuyan a universalizar y ampliar la educación obligatoria.

Enrique Maldonado, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), indicó que a pesar del incremento de la cobertura, se ha desatendido la educación bilingüe y han sido inadecuados la planificación y control en la implementación de programas sociales. Además, se ha sobrestimado la calidad educativa.

“A pesar de los esfuerzos, se calcula que existen 4.1 millones de niñas, niños y adolescentes fuera del sistema educativo”, expuso Maldonado.


El exministro de Educación Bienvenido Argueta opina que la inestabilidad en la cobertura se debe a que las autoridades de estos últimos años no han tomado en cuenta la dinámica que se traía con los programas asistenciales y la gratuidad en las escuelas.

“Es importante la gratuidad, porque Guatemala es un país pobre, donde los padres tienen condiciones de subsistencia”, dijo el exministro.

Añadió que a eso se suman la decisión conservadora de las diferencias culturales en Guatemala y la condición de inequidad en el país, pues aseguró que es difícil que un niño aprenda en otro idioma en lugar de que se le enseñe en su lengua materna.

El exfuncionario explicó que la priorización de los sueldos de los maestros también afectó no solo la cobertura y la calidad de la instrucción sino también otros programas educativos.

Argumentos

Cynthia del Águila, ministra de Educación durante el gobierno de Pérez Molina, dijo que la baja en la cobertura se dio en el primer grado de primaria y que pudo haberse debido a incongruencias en las proyecciones educativas.

“A partir del 2010, 2011 y 2012, la baja fue grande y una primera explicación podría ser la proyección educativa; la otra es que algunos niños estaban inscritos en más de una escuela y no existía control. El nuevo sistema permite ahora un registro más exacto”, refirió.

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