Remembranzas

Remembranza: Wilfredo Valenzuela

Los amigos y profesores que compartieron con Wilfredo Valenzuela lo describen con los calificativos de íntegro, honorable, culto y con gran sensibilidad para ayudar a quienes lo necesitaban.

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Valenzuela falleció el 22 de mayo último, como consecuencia de un accidente cerebrovascular, que le ocasionó serios daños en los riñones.

Hablar de él es hacer referencia a un profesional que se desempeñó en varios cargos con la eficiencia requerida y con apto conocimiento jurídico, cultural y humano, afirma su colega y amigo José Alberto Reyes García. Características que comparte su esposa, Gladys, con quien se casó en 1982.

“Era gran jurista, escritor y libre pensador. No se le puede tachar de ningún acto de corrupción”, dice su cónyuge, aún conmovida por el fallecimiento de su esposo.

Además, era un devoto de la música clásica y sabía apreciar el contenido y coherencia de grandes escritores como Ernesto Sábato, Alejo Carpentier, Jorge Luis Borges y Luz Méndez de la Vega, entre otros.

Con su primera esposa, Isabel Molina, procreó seis hijos. “Fue un buen padre y un abuelo consentidor. Además, era un hombre muy justo y ecuánime”, asegura su hija Jazmín Valenzuela Molina. Ella recuerda con nostalgia que, aunque siempre los corrigió con mucho amor, las veces que los disciplinó terminaba llevándoles un regalo y en alguna ocasión le rodaban las lágrimas cuando lo hacía.

Jazmín reconoce que aunque no fue muy expresivo ni cariñoso, fue protector. “Su herencia más grande es que nos enseñó a ser honestos, decentes, cabales y no agachar la cabeza”, refiere.

Trayectoria profesional

Wilfredo Valenzuela Oliva nació en la Ciudad de Guatemala el 7 de octubre de 1926. Su carrera profesional en la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac) empezó cuando se integró como docente a la Facultad de Derecho, para impartir la cátedra de Derecho Penal, en 1970.

En esa década también se desempeñó como juez y magistrado en la Corte Suprema de Justicia. Entre 1974 y 1978 regresó a la Usac como decano de la Facultad de Derecho. De 1978 a 1982 ocupó el puesto de secretario general, y a partir de 1984 fue designado como investigador de esa casa de estudios.

Solidario

“Como ser humano era una persona muy sencilla, solidaria y sensible a las necesidades de los demás. Fue un luchador por la construcción de un país justo y solidario”, sostiene Ernesto Bailey, amigo de la familia. Su contribución por muchos años en el Bufete Popular da cuenta de su sensibilidad social. “Siempre estuvo al servicio de la gente que acudía a él para pedirle ayuda”, recuerda su amigo el licenciado Alberto Reyes.

Su hija Flor de María también recuerda a su padre como una persona de presencia muy tranquila. Todo lo tomaba con calma y siempre tuvo un sentido de las cosas muy objetivo, pero lo que más destacó fue su análisis de la vida y de este mundo.

“Su rectitud casi nunca se apartaba, y por la sabiduría de ello, mi mamá siempre nos condujo a su consejo y en todo decía a mis hermanos y a mí: pregúntenle a su papá; él sabe. Creo que entre todas sus virtudes, su integridad fue lo que más me impactó”, dice Flor de María.

En breve: Publicaciones

Escribir fue parte de la vida de Wilfredo Valenzuela.

Leyendas del Popol Vuh

Unos cuantos cuentos cruentos y otros que no

Derecho penal, parte general Delito y Estado

Manual de Derecho Penal

El nuevo Proceso penal

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