Revista D

Canadienses en riesgoso viaje a Marte

Los voluntarios se preparan para emprender la aventura  en el 2025.

Cuatro canadienses han sido preseleccionados para viajar a Marte dentro de un proyecto que con el costo de seis billones de dólares patrocina el programa Mars Uno, de Nederlands, con planes de emprender un primer vuelo para el 2025, en una aventura que despierta inquietud, optimismo, incertidumbre, escepticismo y otras emociones en los candidatos que están advertidos de que la excursión al Planeta Rojo puede constituir un viaje sin retorno.

Los candidatos fueron finalistas de una nómina de 7 mil canadienses, en una competencia con 200 mil aplicantes de todo el mundo, y entre los cuatro se encuentra la periodista de televisión Karen Cumming, de la ciudad de Hamilton, Ontario, Canadá, quien con experiencia en montañismo, exploración marina e incansable viajera, asume con temeridad el privilegio de estar entre los finalistas.

Los cuatro Mar-astronautas (denominación oficial de los intrépidos candidatos), tendrán el compromiso de convertirse en los primeros habitantes terrestres de Marte, si la misión tiene el éxito que sus patrocinadores esperan, dentro de una planificación que tiene los preparativos en marcha.

Además de Cumming, de 53 años, forman parte del equipo Susan Higashio, de 42 años, residente en Vancouver; Ben Criger, de 28, profesional en Física de la Universidad de Waterloo, y la profesora Joanna Hindle, de 42, de Whistler, provincia de Brittish Columbia, en la costa del Pacífico de Canadá. Todos con las calificaciones necesarias para entrar al entrenamiento respectivo en lo que será el primer vuelo tripulado hacia Marte, en un recorrido de 700 millones de kilómetros desde la Tierra.

El viaje tomará dos años y desde luego que llevará suministros suficientes para tan larga trayectoria. Preliminar al vuelo tripulado se habrá enviado en transportes especiales el material necesario para la construcción de módulos diseñados para vivienda y recursos para la sobrevivencia en Marte, en una cuidadosa planificación que, no obstante los preparativos técnicos y científicos, los Mar-astronautas han sido informados de los inconvenientes y riesgos que implica la proeza.

Del éxito del proyecto Mars Uno, en su primera jornada, dependerá la continuación de otros vuelos cada dos años, para lo que ya hay una selección de 75 candidatos de una eliminatoria de la que calificaron mil 58, de 107 países considerados potenciales aspirantes para la colonización de Marte y que fueron escogidos dentro de ese cuarto de millón de solicitantes pertenecientes a numerosas naciones del mundo.

Estados Unidos, con 297 candidatos, tiene la mayor representación, seguido de Canadá, con los 75 ya indicados. Es de notar que entre los seleccionados hay profesionales como Kayla (único nombre, como se identifica la mayoría de candidatos) con experiencia en Geofísica, Astronomía, Biología y Ecología, así como Duane, un biomedical ingeniero de 66 años, quien se jacta de estar mejor preparado que los otros aspirantes, y lo mismo la joven universitaria Marina Miral, de Vancouver, quien dice que ir al espacio será un sueño convertido en realidad.

Lo que dice la NASA

Los planes de la NASA, para un viaje tripulado a Marte, difieren de forma abismal del proyecto Mars Uno, con preparativos a más largo plazo, con una meta de mucha preparación científica y de mayor análisis, evaluando los riesgos para los tripulantes que pueden enfrentar problemas de radiación, entre otros peligros, sin descontar también que los viajeros pueden no resistir de inmediato una trayectoria de regreso a la Tierra.

Sin embargo, la agencia aeroespacial de los Estados Unidos efectúa de forma simultánea con los trabajos de la construcción de la nave, los detalles de seguridad de los tripulantes, para la misión que considera realizar en el 2030.

millones de kilómetros deben recorrer los astronautas entre la Tierra y Marte.

La nave tripulada a Marte, informa la NASA, llevará una carga de 40 toneladas, que incluirá lo necesario para habitaciones, alimentos y combustible, lo cual dicen los técnicos de esa agencia, no es cosa fácil, pero analizan las mejores opciones de aterrizaje por medio de estudios de prueba en ejecución. Esos estudios incluyen las necesidades técnicas del retorno de la nave a la Tierra, pues el proyecto está diseñado para viaje de ida y vuelta y en este caso los tripulantes serán astronautas profesionales, sin participación de voluntarios como en el caso del plan de Nederlands.

Conclusión

El proyecto Mars Uno, impulsado por el empresario holandés Bas Landorp, también comprende preparativos previos al vuelo tripulado, con lo que se trata de garantizar el éxito de la misión. Independiente de la inversión del programa de Nederlands, se informa por los organizadores que se considera patrocinio con la comercialización de los eventos del viaje que serán televisados por medio de las crónicas que en el caso del primer vuelo estarán a cargo de la periodista Cumming, profesional de televisión, con la cooperación de otros de sus acompañantes.

Con todo y que la misión entraña los riesgos descritos, existe entre los voluntarios elegidos para la primera y segunda misiones, un espíritu que va más allá del entusiasmo como el caso de Stephen Fenech, un periodista canadiense que ha visitado 160 países, quien aunque ha declarado que está consciente de que será una especie de “conejillo de indias” enfrentará el viaje a Marte como otra de sus aventuras por el mundo. Los Mar-astronautas ya han consultado con sus familias las circunstancias del viaje y casi todos manifiestan que han recibido apoyo. No ha sido ese el caso de la atractiva estudiante Marina Miral, a quien su novio ha tratado de persuadir de que no haga el viaje, pero la inquieta muchacha le ha respondido con determinación: “Yo te comprendo, pero de todos modos voy a-Marte”.

Con base en reportajes del diario The Toronto Star y boletines de la NASA
*Escritor guatemalteco residente en Canadá

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