La experiencia fue enriquecedora y reflexiva. Los guatemaltecos tenemos mucho que aprender de una cultura que se basa en el orden, el cumplimiento de reglas y el respeto; que conoce su cultura, sus antepasados —a quienes se refieren con respeto— y su historia.
Su sentido de pertenencia los hace apropiarse de los espacios públicos y mantenerlos en perfecto estado. Es una sociedad que protege su historia, se enorgullece de sus logros y trabaja intensamente en su desarrollo. Además, es un pueblo que mucho antes del covid-19 enseñó a vivir la “nueva normalidad”.
Estos son algunos momentos que marcaron mi visita y que algunos de ellos podríamos poner en práctica los guatemaltecos.
- No tiran basura en la calle: Las calles están completamente limpias y no es común ver basureros cada poco como en Guatemala.
- Separan la basura: En las estaciones de tren y en las calles es común ver diferentes recipientes para depositar los residuos, ya sean plásticos, papel periódico o de alimentos, latas, etc.
- Uso de cubrebocas: Aunque la pandemia del covid-19 llevó a normalizar el uso de cubrebocas, en Japón es muy común ver a las personas usarlos. De esta forma durante las épocas frías se protegen del contagio de enfermedades respiratorias o bien, quienes padezcan alguna buscan no afectar a quienes le rodean.
- No fuman en la calle: Hacerlo está prohibido, aunque en algunos bares y restaurantes se permite. En las calles hay lugares, cada vez más pequeños, donde los fumadores pueden reunirse, con la intención de que poco a poco disminuya esta actividad.
- La puntualidad es una regla de oro: Todo tiene un tiempo y debe cumplirse, desde el abordaje del tren hasta una reunión, y no puede ser ni un minuto más o un minuto menos.
- Te hacen sentir bienvenido: En comercios, hoteles y restaurantes, siempre se es recibido con un irasshaimase!, y los anfitriones hacen todo lo posible porque la experiencia sea gratificante.
- Son muy respetuosos: En las calles, trenes o el metro es notorio el respeto que los japoneses tienen entre sí, y es evidente con la inclinación que se hace al saludar.
- El orden es primordial: Va muy de la mano del respeto y la puntualidad. Los japoneses son muy organizados, observadores y detallistas. Es muy difícil que algo se les pase por alto.
- Siguen las reglas al pie de la letra: Desde el orden de un programa de actividades hasta no ocupar las áreas establecidas para personas mayores o con discapacidad. Las normas se cumplen.
- Es un país seguro: Puedes salir a recorrer Tokyo y usar Google Maps para ubicarte en las calles y andar con el teléfono en la mano porque sabes que no te ocurrirá algo. Incluso en las estaciones del tren es común ver a muchos ciudadanos usar sus computadoras portátiles sin ningún temor.
- Sin zapatos: Aunque no es algo que pude apreciar mucho en Tokyo, porque es una ciudad en constante movimiento, en algunos restaurantes muy tradicionales, en las viviendas y los templos hay un genkan donde se deja el calzado y se ingresa al inmueble con calcetines o con sandalias especiales para el interior. Este hábito evita posibles contaminantes del exterior y ayuda a mantener los lugares limpios.
- Amantes del manga: Los japoneses leen manga, y en el metro y lugares públicos es usual ver a personas de avanzada edad o en familia disfrutar de las historietas
- Son “apenados”: Japoneses y guatemaltecos compartimos, entre muchas cosas, el ser “apenados” para ciertas situaciones. Esto va muy ligado a la cultura muy tradicional y el respeto que se tienen unos a otros.
- Respeto por su historia: Es un pueblo que conoce su cultura, sus antepasados -y a quienes se refieren con respeto- y su historia. Es notorio el sentido de pertenencia que tienen al preguntar por algo muy propio del país.
- La mezcla entre el pasado y el presente: Los rascacielos de Tokyo se mezclan con el Palacio Imperial. Una muestra de cómo una sociedad protege su historia, se enorgullece de sus logros y trabaja aún más en su desarrollo.
- Cuidado de los espacios públicos: El sentido de pertenencia que tienen los japoneses los hace apropiarse de sus espacios públicos. Además de mantenerlos limpios, estos están en muy buenas condiciones, ya que contribuyen a la protección de los mismos.
- Tienen un alto sentido de la moda: Los japoneses no buscan sobresalir con sus vestimentas, en las que predominan los tonos neutros (azul marino, gris, negro), sin embargo combinan muy bien sus conjuntos. En mi estadía pude decir que no vi japonés mal vestido.
- Son muy risueños: En algunas series animadas o películas los hacen ven muy serios, sin embargo son risueños. Saben escuchar, les encanta conocer sobre culturas extranjeras y buscan hacer sentir a sus invitados más que bien.