Revista D

Hermandades de bikers comparten sus experiencias en carretera

Clubes de motociclistas se aventuran en las carreteras nacionales y extranjeras; algunos, además, hacen labor social.

Los bikers emprenden aventuras por todo el país. (Foto Prensa Libre: Buzzle.com).

Los bikers emprenden aventuras por todo el país. (Foto Prensa Libre: Buzzle.com).

Las carreteras, los impresionantes paisajes, el viento que pega sobre el rostro, la velocidad y el ruido de una máquina. Todo esto se resume en una palabra: libertad.
“Hasta que te subes a una moto puedes experimentar ese sentimiento”, asegura Mario Pacay, integrante del club de motociclistas The Brotherhood, uno de los más reconocidos en el país y que fue fundado en el 2014.
Se desconoce cuántos grupos de este tipo existen en el país, pero la cifra gira en torno a los 25.
“Viajamos juntos a diferentes destinos y compartimos experiencias”, expresa. “Lo más importante es que dejamos de ser amigos, pues nos convertimos en hermanos”, agrega.
Precisamente esa fraternidad es una de las ventajas de pertenecer a estas sociedades. “Si alguien sufre un percance, entre todos nos echamos la mano”, indica Carlos Álvarez, quien pertenece a los Lone Wolves Guatemala, un grupo que a partir del 1 de julio pasará a llamarse Herd Wolves, pues cambiarán sus estatutos.
Entre los contratiempos más frecuentes están los pinchazos y los sobrecalentamientos. Afortunadamente, los accidentes de tránsito son mínimos, pues, para ellos la seguridad es vital.
“Aparte del sentido de pertenencia, los clubes de motociclismo creamos consciencia en nuestros integrantes; por eso procuramos ser responsables en nuestras actividades”, comenta Pacay. “Tratamos que nuestras máquinas estén en buen estado y nos comprometemos a respetar las leyes de tránsito, lo cual incluye no detenerse encima de los pasos de cebra, usar casco, no exceder los límites de velocidad, no ingerir bebidas alcohólicas si se va a manejar y tener nuestras licencias de conducir vigentes”, añade.
De hecho, cuando hacen una rodada —así le llaman al hecho de salir de viaje—, se designan encargados de seguridad. Entre ellos están el road captain (capitán de carretera) quien hace el trazado y conoce a profundidad la ruta —con curvas, rectas u obstáculos relevantes—; mientras que el sargento verifica que las motos funcionen de manera adecuada, y el barredor cierra el grupo para cerciorarse de que todo marche bien.
Asimismo, la caravana maneja a una velocidad que no sobrepase la capacidad de la motocicleta más pequeña y que, por supuesto, no infrinja la ley.

Pertenecer a ellos

El ingreso a uno de estos grupos hay que ganárselo. Los requisitos varían, pero básicamente es asistir a las reuniones y a las rodadas. “Cuando es así, le damos un parche al nuevo integrante”, explica Álvarez.
Este distintivo lo colocan en alguna prenda, la cual suele ser una chumpa o un chaleco de cuero. “No es fácil, porque pueden pasar entre seis meses hasta un año antes de que aceptemos a un integrante”, afirma Álvarez. Ese tiempo garantiza conocer mejor a la persona para que pueda llegar a ser un verdadero “hermano biker”.

Hermosos paisajes se observan en los viajes por las carreteras guatemaltecas (Foto Prensa Libre: The Brotherdhood Guatemala).

¿Qué tipo de moto son las necesarias? Para ciertos grupos, las marcas importan; para otros, eso es lo de menos, aunque por lo regular, las más pequeñas son las de 250 cc.
Asimismo, hay algunos donde solo hay motos deportivas y otros solo choppers. Unos cobran membresía y otros no.
En cuanto a los destinos, estos son variados. “He ido a muchos lugares, entre ellos el Puerto San José, Iztapa, Monterrico, Sanarate, Antigua Guatemala, Palencia o Esquipulas”, cuenta Pedro Mansilla, motociclista independiente. “También he pertenecido a varios clubes; por motivos de tiempo ahora estoy desligado, pero siguen invitándome a sus rodadas”, refiere. “Lo bueno es que, al ingresar a esas hermandades, uno está seguro de tener amigos por mucho tiempo”, explica.
Pacay, además del asfaltado nacional, ha ido a México, El Salvador, Honduras, Costa Rica y Panamá. “El sueño de muchos motociclistas es recorrer el continente americano”, expresa.

Sentido social

En este punto hay que hacer una aclaración: no todos los clubes de bikers efectúan labor social, pero es de destacar a los que sí.
The Brotherhood MC es uno de estos. “Hemos apoyado a los cuerpos de bomberos de Canalitos y de Antigua Guatemala. También conseguimos ayuda al socorrista Henry Hernández, quien, mientras atendía una emergencia perdió una pierna debido a la imprudencia de un conductor ebrio”, explica Pacay.
Asimismo, los Venados MC, de Suchitepéquez, han colaborado en eventos como la Teletón.

Integrantes de los Venados MC, de Suchitepéquez (Foto Prensa Libre: Venados MC).

Los bikers difunden tales actividades en sus redes sociales y también acuden a ellas para recolectar ya sea víveres o dinero. “Por ejemplo, damos ‘colazos’ a los asistentes por dos o tres cuadras; esto, a veces, por un costo simbólico de Q5”, dice Pacay.
“Hay una gran satisfacción porque, haciendo lo que a uno le gusta se puede ayudar”, expone Mansilla.

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