Buen comportamiento
Las generaciones que rondan los 40 años recordarán la asignatura Moral y Urbanidad, que se impartía durante la primaria. Asociado a la clase fue de mucho uso el texto Manual de moral y urbanidad de la editorial Susaeta. El formato del libro era de media página, tamaño carta. Tenía ilustraciones que, al estilo de la familia perfecta de la sociedad estadounidense, mostraban a niños interactuando con sus mayores en diferentes ambientes. Cada capítulo dictaba una serie de normas para socializar de manera correcta. Temas religiosos, cívicos, de correspondencia, etiqueta e higiene completaban las instrucciones de comportamiento.
¿Dónde quedó su observancia? El país se caracteriza por la organización de eventos benéficos como rifas y carreras deportivas, por su solidaridad con los sobrevivientes de catástrofes naturales y por su hospitalidad con los visitantes. Pero esa realidad contrasta cuando hay que ceder el paso a otro conductor, respetar los espacios en estacionamientos para embarazadas o discapacitados. Y, en la calle, parece que quedó en el olvido la manera de utilizar las aceras y otros espacios públicos.
Deja mala impresión el trato que raya en la humillación que clientes hacen al personal de cadenas de comida rápida, bancos o supermercados. Y algo similar se aprecia en los comentarios que se registran en las redes sociales, donde además de irrespeto, salta la carencia de ortografía.
Historia
El curso Moral y Urbanidad no desapareció. Su contenido sigue presente en las aulas desde el eje de Formación Ciudadana, del actual Currículum Nacional Base. “Promueve el desarrollo de valores y actitudes que determinan un modelo de vida en sociedad con el fin de aplicarlos a su entorno, contribuyendo a fortalecer los principios de libertad, respeto mutuo, justicia, equidad y bienestar común”, indica el Ministerio de Educación.
De 1900 a 1944, en Guatemala la asignatura tuvo carácter obligatorio. De esa fecha hasta 1996 formó parte de la clase de Estudios Sociales y Educación Cívica. En 1997 el Ministerio publicó los Programas de Educación Primaria correspondientes al Ciclo de Educación Fundamental y al Ciclo de Educación Complementaria, donde estaba considerada en Estudios Sociales.
“Por años, la Formación Ciudadana fue concebida como Educación Cívica y/o se desarrollaba en los Cursos de Estudios Sociales, en el marco de una perspectiva tradicional”, se indica en el documento Estrategia de educación en valores y formación ciudadana 2004-2008, del Ministerio de Educación.
A partir del 2004 se contempló la Educación en Valores y Formación Ciudadana como un eje transversal en la formación educativa.
Educación
“Puede haber muchísimas personas bien instruidas pero muy mal educadas”, resalta el libro. Recordemos algunas de sus lecciones elementales.
- No abusemos nunca de nuestras cualidades, ni de nuestra posición social.
- Dominemos nuestros impulsos y violencias, que casi siempre son causa de muchos males y decepciones.
- Nunca tratemos mal e injustamente a los que nos sirven.
- Cede siempre la vereda a los mayores.
- Seamos generosos con los ancianos.
- No tiremos papeles ni desperdicios en la calle.
- En los vehículos de uso público seamos atentos y considerados con ancianos, señoras y personas mayores.