Desde junio pasado se convirtió en preparador físico del Real España de Honduras, junto al técnico costarricense Hernán Medford. En una vi sita al país aprovechó para recordar y contar aspectos de su vida y carrera.
¿Cómo comenzó la aventura en el futbol?
Quería ser futbolista. Había empezado a entrenarme con las fuerzas básicas de Municipal cuando no eran tan formales las categorías Sub 15 y Sub 17, con el profesor Luis Grill (q. e. p. d.). Por los estudios no podía seguir entrenando, entonces solo jugaba en el Cejusa los domingos. De ahí, el entrenador Wálter Williams me llevó a jugar a Futbol Futuro de Villa Nueva, en la Tercera División.
¿Y cómo fue el cambio de futbolista a preparador físico?
Regreso a Municipal en el 2001, cuando David Gardiner toma el mando de las fuerzas básicas. Por la edad, yo no entraba en las categorías inferiores, por lo que deseaba hacerme una prueba con el equipo mayor que dirigía Horacio Cordero. Al final no se dio, por lo que Gardiner me dijo que la única forma de que me quedara en el futbol era que tomara la Sub 14 para aprovechar que yo estudiaba la Licenciatura en Deportes, y así empezó todo el 14 de junio del 2001.
¿Entonces fue una década en Municipal, de trabajo y aprendizaje?
Cuando se fue Gardiner del equipo, llegó Carlos Ruiz —técnico argentino— con Rubén González —preparador físico— a trabajar. Ruiz fue claro y me dijo que yo nunca podría ser entrenador y lo entendí, porque no iba a tener el respaldo de una carrera como futbolista. Entonces pensé que como preparador físico no se necesitaba tanto, y empecé como asistente de Rubén González en la Sub 15 y Sub 17.
¿Cómo llegó a trabajar con el equipo mayor?
Hubo muchos cambios de entrenadores en el equipo, después de Horacio Cordero —argentino— vino Éver Almeida —paraguayo—; de ahí Enzo Trossero —argentino—, y luego el Chino —Jorge— Benítez. Ahí es cuando empiezo a trabajar con la Sub 20 por las tardes y de asistente de González en la mayor.
¿Seguía de asistente de González?
Sí, porque cuando Carlos Ruiz sube al equipo mayor, luego de la salida de Benítez, Rubén se va con él, pero yo quedo encargado de todas las fuerzas básicas. Gran parte de todo lo que he aprendido se lo debo a él y a don Ernesto Villa, que siempre me apoyó.
¿En qué momento empiezan los problemas en Municipal?
Cuando llega Daniel Berta se arruinaron las cosas en las fuerzas básicas. Él tenía la idea de no hacer sesiones de pesas y solo trabajar montaña. No com partíamos en muchos criterios, y después empezó a sacar jugadores que desde mi punto de vista debían quedarse.
¿Cómo quiénes?
Hubo varios, como Kevin Arriola o José Andrade. Kevin se fue al mes que me fui yo. El único que lo defendía era Ed dy Espinoza, pero quien mandaba era Berta.
Entonces, ¿ya no estaba en las fuerzas básicas?
No, mientras estuvo Berta. Entonces el técnico Guilherme Farinha pidió que solo trabajara con el equipo mayor, siempre de asistente.
¿En qué momento decidió irse?
Cuando Selvin Ponciano, ya como gerente, me dice que las cosas están complicadas y que debía haber vuelto a la Sub 20. Le expliqué que con Berta no podía trabajar, pero me ordenó que tenía que regresar a fuerzas básicas.
¿Fue un despido indirecto?
Sí, porque también me bajaron el salario y me ofrecieron pagar por hora, que sería más o menos el 10 por ciento de lo que ganaba. Como no tenía nada, acepté.
¿Cuándo se da el primer acercamiento con Xelajú?
Una vez que fuimos a jugar allá —Quetzaltenango—, Rubén González me presentó a Carlos Jurado —exentrenador chivo—, quien había sido su técnico en Cienciano de Perú y siempre me había dicho que estaba a las órdenes y que si algún día necesitaba algo que lo llamara. Al salir de hablar con Ponciano lo llamé, y me dijo que alistara mi currículo y que cuando estu viera fuera del equipo me comunicara de nuevo.
¿Y así decidió irse?
Para ese entonces ya es taba el técnico Javier Delgado y yo ayudaba a Rubén cuando me llamó Ponciano para des pedirme. Delgado me dijo que hablaría con el presidente —Gerardo Villa— porque él me necesitaba. Al sábado siguiente me llamó Rudy Juárez, de Xelajú, que me quería como coordinador de ligas menores, y acepté.
¿Está dolido con Municipal?
Para nada. La institución no tiene la culpa de las malas decisiones que tomó Daniel Berta en las fuerzas básicas.
¿Cómo fue la experiencia de llegar a Xela?
El 24 de junio del 2011 me presenté. Esa fecha la tengo muy clara porque era el cumpleaños de mi abuela Fermina Cifuentes, quien era quetzal teca y seguidora del equipo. Empecé a trabajar con las categorías Sub 13, 15 y 17 en julio y agosto. Cuando Jurado se fue a Perú y luego se retiró Víctor Scheid me pidieron los directivos que me hiciera cargo del equipo mayor mientras llegaba el preparador físico de Hernán Medford, quien ya ha bía sido contratado.
¿En qué cambió la llegada de Medford?
Yo entrené al equipo dos días con el Zurdo —Javier— González. Medford llegó y vio el trabajo. Después me pro puso que me quedara como su preparador porque él venía solo, y acepté. Recibí el apoyo de los directivos, con la sal vedad de que si las cosas no salían bien ya no podría regresar a las inferiores.