Tododeportes intentó entrevistar a Ajcú, pero no respondió las llamadas, y al llegar a su casa en los Cerritos, La Comunidad, Mixco, solo pudo conversar con su madre Carmen de Ajcú, quien se limitó a decir que el ciclista no se encontraba y que no sabía cuándo volvería.
Sin embargo, Lizandro compartió su historia en una singular entrevista para la tesis de graduación de Kimberly Estupinián, de la Facultad de Comunicación de la Universidad del Itsmo.
¿Cómo describe su carrera deportiva?
Mi carrera fue marcada por cambios muy drásticos, por cosas muy buenas y muy ma las. En las buenas estaba todo el mundo, amigos, vecinos y gente que no me imaginaba, pero en las malas, solo mi familia.
¿Estuvo enfermo? ¿Cómo va la recuperación?
El ciclismo es un deporte de mucho riesgo. Tuve varios accidentes. Me dio una enfermedad muy complicada y he consultado con muchos médicos y no pueden dar con el origen. Son muchas complicaciones. Por un momento pensé que no iba a sobrevivir. Una mañana le dije a mi ma má que si la cosa iba a seguir así, yo no calculaba tener mucho tiempo de vida. Ya me sentía demasiado mal.
¿No se sabe qué padece?
Fue hace un año. Las piernas se me quedaron como paralizadas casi por un mes. No podía moverlas por voluntad propia ni con ayuda. Estaban rígidas. Me repercutió en el hígado y, pues, no se sabe. Yo deduzco que es a raíz de una bacteria que contraje en una carrera en Colombia, donde tuvimos malas condiciones de carretera, y lluvia.
¿Ha logrado recuperarse?
Fue una situación muy di fícil, porque yo me encontraba en muy buena condición el año pasado cuando fui a hacer esa preparación en Colombia, y a raíz de esa última enfermedad, lamentablemente estaba en la segunda o tercera etapa de la Vuelta a Guatemala cuando me tuve que retirar y me comencé a sentir peor, como nunca antes me había su cedido. Me retiré y me tocó ver la Vuelta por televisión.
Cuando termina el giro y se acaba la temporada, pasé un mes de descanso y empecé junto a los compañeros de equipo a montar, pero yo no me sentía muy bien porque la en fermedad me había perjudica do muchísimo, hasta bajé unas 20 libras. Ya mi peso en com petencia era muy bajo, porque me preparaba para la montaña, donde es lo ideal.
Luego ya había mejorado bastante, me sentía bien físicamente y hacía kilometrajes bastante aceptables, cuan do se dio la noticia de que retiraban el patrocinio del equipo —Coca Cola—, al cual le dediqué 12 años.
¿Cómo manejó la pérdida del patrocinio?
En la vida uno de los factores más difíciles es el entendimiento, y cuando no hay por ambas partes, la cosa se pone difícil, sin embargo, ellos —patrocinadores— me tenían allí por mi rendimiento, pero nunca se pudo solucionar nada de la mala relación que existía. Cuando volví me sentía un poco me jor, se complicaron más las cosas y decidí retirarme del equipo, en armonía.
¿Cómo recibió la sanción por dopaje?
Ese fue otro momento duro en mi vida. Tenía 21 años, era muy joven, no había madurado prácticamente y me tocó experimentar un golpe en el que fui el único perjudicado. En ese tiempo la marca Coca Cola fue muy leal y no me dejaron desamparado.
¿Por qué da positivo?
Viene a raíz de que en Guatemala tenemos muy baja cultura, muy poca información de esos temas. Di positivo por eritropoyetina, que tampoco es una sustancia para decir que fue una falta muy grave, y a raíz del problema me informé y comprendí que el cuerpo la produce y la tenemos en el cuerpo y sirve para regenerar los glóbulos rojos.