Rafa sigue siendo el mismo, el que se ilusiona con la Selección Nacional, se preocupa por la violencia en el futbol guatemalteco y se siente orgulloso de que él, junto a su equipo de trabajo, cada vez están mejor posicionados en la Fifa, Concacaf y Uncaf, al hacer un trabajo transparente y comprometido.
Para Brasil 2014 no esperaba la invitación. Ya en el 2012 había tenido que declinar para estar en la Copa Confederaciones, por asuntos personales. Sin embargo, la invitación llegó en septiembre del 2013. “Esta ya no me la esperaba”, confiesa mientras sonríe. “Me llena de orgullo, porque estar en la organización de una sede es algo maravilloso”, dice.
Su primer viaje fue a Florianópolis, Brasil, para saber sobre lo que requería la Fifa. Ahí se enteró de que tendría a cargo Sao Paulo, una de las sedes que más atención tendrá a escala mundial. “Nunca me había tocado un partido inaugural, pero ya he estado en encuentros importantes. Ya son ocho años de trabajo”, explica.
Hace cuatro meses viajó a Sao Paulo, para conocer a las personas con las que trabajaría, tanto del lado de la Fifa como de los organizadores, con quienes tendrá que coordinar seis partidos.
“Estoy ilusionado. Ahora ya no veo nada como aficionado, me gusta más ver todo desde abajo”, comenta Tinoco, quien reconoce que le gusta compartir con los equipos, así como observar la presión de los jugadores. “Mientras más profesional es la selección, más educados son los jugadores y entrenadores”, dice el guatemalteco, a quien le ha tocado estar al lado de técnicos campeones como Marcelo Lippi, de Italia, y Vicente del Bosque, de España.
De Guatemala a Brasil
Tinoco tiene años de estar ligado al futbol once y futsal, y es uno de los dirigentes más exitosos del área, por algo dirige el segundo período como presidente de la Uncaf —un puesto ad honórem— e integra el Comité de Futsal de la Fifa. Sin embargo, reconoce que lo más importante es contar con un buen equipo de trabajo, pues considera que sin él no saldrían bien las cosas, como sucedió en el Mundial de Futsal de Guatemala, su primer gran paso, aunque confiesa que cuando aceptaron la sede en el país no sabía el gran reto que significaba, pero fue un gran éxito gracias al equipo que conformó.
Después le tocó organizar el Mundial Sub 20 en Buenos Aires, Argentina —en el 2001—, y llegaría el primer gran evento, el Mundial de Japón y Corea 2002.
“Fue una experiencia única, por el idioma, las costumbres. Recuerdo que la puntualidad era excelente y que no se hablaba más de lo que se tenía que tratar. La preparación era espectacular”, dice Tinoco, quien era el coordinador de Jeonju.
La buena labor en Corea le permitió estar en otros eventos como el Mundial de Futsal de China Taipéi en el 2004 y la Copa Confederaciones de Alemania 2005 —Hannover— hasta llegar al Mundial del 2006, en donde le tocó estar en Dourtmund.
“Es el estadio más lindo que me ha tocado administrar y tiene una afición espectacular, hace que uno se quiera volver aficionado de ese equipo. Tienen tanto corazón”, recuerda Tinoco, quien en esa ocasión le tocó velar porque todo saliera perfecto en la semifinal entre Alemania e Italia, partido que, confiesa, es uno de los que más ha disfrutado, por la tensión y el gran nivel de futbol que desempeñaron.
De Alemania pasó por el Sub 20 de Canadá, los Juegos Olímpicos de Pekín —Tianjín— en el 2008, una labor que reconoce que fue maravillosa, pues había partidos casi todos los días y la actividad comenzó antes de que las justas. Luego participó en la Copa Confederaciones de Sudáfrica —Pretoria—, hasta llegar al Mundial en África 2010. Ahí fue encargado de la sede de Durban, en la que vio cómo España, actual campeona, clasificaba a la final frente a Alemania, en donde también cerró con éxito su trabajo.
Lecciones de vida
Después de 14 años de organización de eventos con la Fifa, Rafa Tinoco se considera una persona privilegiada, y más que nada, orgulloso de ser un guatemalteco que ha podido llegar a estar a ese nivel.
“Ahora tomo las cosas con más calma, creo que todos esos eventos me han enseñado cómo se deben manejar los momentos. Antes era más joven y ansioso, y esas experiencias de vida hacen que cada vez salgan mejor las cosas”, confiesa Tinoco, quien dice que lo que más disfruta son las culturas con las que le ha tocado compartir, desde el trabajo rígido y estricto de los alemanes o suizos, la responsabilidad y orden de los asiáticos, como la pasión con la que se vive en Sudamérica —ha organizado partidos de Copa Libertadores—, en donde reconoce que los seguidores son más intensos y da más preocupación de que pueda suceder algún altercado.
Sao Paulo lo espera
Todo está listo para su viaje. En Brasil se reunirá con su equipo —elegido por Fifa—, para buscar la perfección. “Brasil será increíble, algo fuera de este mundo. Voy feliz con ganas de dejar una buena imagen de que las cosas se pueden hacer”, reconoce.
El 30 de mayo viajará a Río de Janeiro, donde permanecerá por tres días en la última reunión con el personal de la Fifa, para luego internarse en Sao Paulo, donde estará alrededor de 40 días, para que el experto en organización deje su huella como un guatemalteco de excelencia.
