Alexánder Leb, de 23 años, quiso regalar un momento de alegría y un poco de descanso a quienes se ganan la vida lustrando zapatos o vendiendo golosinas.
Vio su billetera y reunió lo suficiente para comprar cajas de pizza y repartirlas entre los menores.
“Parece poco, pero uno no imagina la alegría que puede ocasionar en un niño un detalle como este”, asegura Leb.
Romper paradigmas
¿Las buenas acciones se miden por su tamaño? Leb, un joven que actualmente no tiene empleo, asegura que la bondad no se mide con dinero.
“Me gusta hacer este tipo de cosas, porque cuando uno tiene mucho puede dar y no lo hace, y cuando tiene poco, quiere hacerlo y no puede. Lo hago para romper ese paradigma y demostrar que con mucho o poco, si con el corazón se anhela compartir algo, se logra”, dice Leb.
En estos #21DíasdeDarFelicidad, Leb convirtió un pedazo de pizza en una sonrisa. “Si hacemos estas cosas tendremos un mejor país”, añadió.
Con información de Imer Lucero