El entonces presidente Álvaro Colom, durante un acto público en el Parque La Democracia, zona 7, con familiares de víctimas del conflicto armado interno, dijo molesto: “Ya estamos hasta la coronilla, debido a que todo se ve en blanco y negro, pero nadie ve los avances en temas de la pobreza. Este gobierno no es ni blanco ni negro, pues tiene rostro de lucha contra la pobreza”.
La molestia fue provocada por las comparaciones que hicieron sus adversarios políticos con el gobierno de Alfonso Portillo, y por el señalamiento de la posible componenda entre el Frente Republicano Guatemalteco, para beneficiar a Portillo, quien llegó procedente de México, donde se encontraba refugiado por persecución penal por los delitos de malversación de fondos públicos.
A lo anterior, Colom respondió que las comparaciones era “unas estupideces de la gente”, ya que estos comentarios descalificaban a su gobierno.
En su discurso manifestó que perdonaba a quienes lo criticaban, porque tenía suficiente moderación para aguantar.
“Ya perdoné nueve años de mentiras y engaños, así como persecuciones y estupideces”, enfatizó. Además, dijo que él no iba a mover un solo dedo para que el juez cambiara de opinión en el caso del juicio a Portillo, y que su gobierno no se arrodillaba ante nadie.