De hecho, un 80 por ciento de los ciudadanos de EE.UU. que se consideran no cristianos, celebra la Navidad como fiesta cultural.
No obstante, la diferencia generacional es palpable. Dos tercios de los estadounidenses de más de 65 años ven las Navidades como una fiesta religiosa, frente a poco más de un tercio de los menores de 30 años.
“Estos resultados son consistentes con las investigaciones que señalan que la gente joven tiene un enfoque bastante distinto en su modo de encarar la religión, liderando el creciente grupo social que se considera sin afiliación religiosa” , Greg Smith, director de encuestas religiosas del Centro Pew.
Los resultados remarcan, además, un componente de género en este aspecto: un 57 % de las mujeres ven las Navidades como un acontecimiento religioso frente a aun 46 % de los hombres.
Las tradiciones navideñas, como la visita de Santa Claus, se mantiene como la principal atracción, y siete de cada diez adultos encuestados afirman que Santa Claus visitará sus casas en Nochebuena para entregar regalos.
Aunque la puesta del árbol de Navidad ha bajado algo respecto a cuando los encuestados eran niños, 8 de cada 10 planean poner ahora el árbol frente a 9 de cada 10 que lo hacían cuando eran pequeños.
“Todo esto habla de la ubicuidad de la Navidad en la sociedad estadounidense por lo que de una forma u otra, religiosa o culturalmente, es tan popular” , agregó Smith.
También la asistencia a oficios religiosos ha disminuido en EE.UU: mientras que siete de cada diez reconocían que acudían habitualmente a servicios religiosos cuando eran niños, ahora solo planea hacerlo cinco de cada diez.
Como elementos negativos de estas fechas, un tercio de los estadounidenses citan el materialismo de las vacaciones, un quinto rechazan el exceso de gasto, y una décima parte las multitudes que se congregan en los centros comerciales.