Posteriormente, Hollande sería recibido por el presidente Raúl Castro, quien sucedió a su hermano Fidel en 2006.
En la primera visita de un presidente francés a Cuba, Hollande también se pronunció por el levantamiento del embargo estadounidense a la isla comunista y condecoró al cardenal cubano Jaime Ortega, cuya mediación permitió la liberación de presos políticos.
El mandatario francés rompió el protocolo al caminar por calles de La Habana y estrechar la mano con muchos cubanos que se acercaron a saludarlo, durante su visita de un día a la isla, en el marco de una gira por el Caribe.