Además, pidió orar por la paz del mundo y rogó a la Virgen María para que proteja Roma.
La primera aparición pública del papa Francisco fue en el balcón de la Basílica de San Pedro, desde donde se dirigió a la multitud reunida en la plaza del mismo nombre.
Entonces, Francisco hizo broma sobre el hecho de que los cardenales lo hubieran ido a buscar “al fin del mundo” (en alusión a la distancia que separa Roma de Argentina, y simbólicamente en referencia a los países de América Latina).